Pocas cosas hacen más ilusión al los pequeños que el mantener un globo en sus manos y, si es de gas, mejor
A pesar de las diversas crisis, y en todos los países, se ha mantenido el gremio callejero de los globeros, hombres o mujeres que acuden a celebraciones de fiestas, cabalgatas, ferias y celebraciones patronales.
Los fines de semana, aunque en menor cantidad, se pueden ver en los parques de las grandes ciudades. Pocas cosas hacen más ilusión al los pequeños que el mantener un globo en sus manos y, si es de gas, mejor.
Lo peor viene cuando el globo se estalla o se escapa al compás de sus juegos y su llantina se hace irremediable. O sus padres le compran otro, o hay llanto para rato.
FOTOGRAFÍA
Antigua imagen de venta de globos y muñequitos en la escalera de Ochavo.
Autor: Luis Cortes (sin fecha)