La debilidad muscular, al coger objetos o abrocharse los botones, es el signo más relevante de la esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad que avanza de manera rápida
La ELA (esclerosis lateral amiotrófica) es la tercera enfermedad neurodegenerativa en incidencia, por detrás del Parkinson y el Alzheimer. La aparición, en ocasiones sin causa aparente, de debilidad o pérdida de fuerza en la mano (por ejemplo, al abrocharse los botones del abrigo o al coger objetos), en el pie (imposibilidad de extender el dedo gordo y el pie caído), en la cabeza o en el cuello; la dificultad progresiva para pronunciar determinadas consonantes o dificultades para la deglución (al tomar líquidos) son algunos de los primeros signos que pueden hacer sospechar y que, por lo tanto, no debemos subestimar.
La debilidad muscular es el síntoma más relevante de la ELA y se debe precisamente a la muerte progresiva de neuronas motoras. Inicialmente afecta a un grupo de músculos y se va extendiendo hacia otros a medida que avanza la enfermedad. A estos hay que sumar otros síntomas como:
Tratamiento
El tratamiento multidisciplinar (fisioterapia y rehabilitación, terapia ocupacional, intervención logopédica?) desde las fases iniciales es clave para mejorar el control de los síntomas y el manejo de los problemas respiratorios. Tratamiento en el que también juega un papel importante el apoyo psicológico para afrontar el proceso de dependencia. El tratamiento de los afectados de ELA debe ser integral, multidisciplinar y comenzar desde el momento mismo de la comunicación del diagnóstico al paciente y a sus familiares o cuidadores.