Civilización

Hay un hermoso y humanísimo poema del escritor y diplomático mexicano Jaime Torres Bodet (1902-1974), titulado "Civilización", que viene como anillo al dedo para abordar esa asfixia despiadada del ciudadano negro norteamericano George Lloyd, por parte de un policía, utilizando la fuerza y la presión de su rodilla sobre el cuello indefenso de la víctima.

"Un hombre muere en mí siempre que un hombre / muere en cualquier lugar, asesinado / por el miedo y la prisa de otros hombres." ? "Y su muerte deshace / todo lo que pensé haber levantado / en mí sobre sillares permanentes: / la confianza en mis héroes, / mi afición a callar bajo los pinos, / el orgullo que tuve de ser hombre / al oír ?en Platón? morir a Sócrates, / y hasta el sabor del agua, y hasta el claro / júbilo de saber / que dos y dos son cuatro?"

Esa rodilla bestial está presionando en la conciencia de todos, en la humanidad de todos. Todas las vidas importan. Los negros, como todos los seres humanos, son sujetos de dignidad y, por tanto, de respeto. No hay supremacismo que valga. De ahí que, en Norteamérica y en algunas de las grandes ciudades de Europa, las gentes conscientes se estén manifestando todos estos días contra el racismo y la bestialidad, que destruye al ser humano.

Escuchaba estos días, a algún comentarista radiofónico, que el verdadero virus norteamericano es el racismo y toda la violencia y marginación que conlleva. No tiene justificación alguna a estas alturas de la historia; pese a reiterarse, de un modo periódico y al que no se le pone freno, tales actos de barbarie.

La muerte violenta de George Floyd deshace, sí, todo lo que creíamos que se hallaba levantado, en las vidas de todos, sobre sillares permanentes. De ahí que estén siendo necesarias todas las manifestaciones y los pronunciamientos pacíficos (excluyendo y condenando todo tipo de violencias y saqueos) en favor de la dignidad del ser humano, de todos los seres humanos, sean de la raza que sean, como actos de civilización.

Porque ?como indica el poeta mexicano? "de nuevo todo es puesto en duda", cuando alguien ?en este caso la rodilla violenta de un policía norteamericano blanco? penetra "en la vida indefensa de otros hombres" y termina despiadadamente con ella.

De nuevo, y una vez más, hemos de proclamar el principio de humanidad y civilización que todos los seres humanos merecemos por el hecho de serlo.