"Las tardes de tormenta, cuando el verano se aproxima, son un arquetipo de nuestra niñez y, por ello, del territorio de la memoria más emotiva y pura..." (José Luis Puerto) / Foto de Ángeles Rebollo
Las tardes de tormenta, cuando el verano se aproxima, son un arquetipo de nuestra niñez y, por ello, del territorio de la memoria más emotiva y pura.
Son umbral del verano las tormentas. Como la que aquí se anuncia, en este cielo cartografiado por las nubes, que parece presagiar la llegada de algún dios inmisericorde, descargador de rayos y centellas.
¿Y no sería la niñez la que debiera llegar, a través de este cielo de la memoria?
José Luis Puerto / Foto de Ángeles Rebollo