Juan Francisco Blanco, director del IDES de la Diputación de Salamanca, recuerda que es una "actividad esencial, de las más tradicionales y de las que probablemente haya sufrido en su desempeño un menor vaivén de los tiempos"
Con esta foto de un pastor con su rebaño, recogida en Torresmenudas y depositada por Carmen Mota, dentro del Plan de Recuperación de Archivos Audiovisuales Familiares, en los fondos del IDES de la Diputación de Salamanca, dedicamos esta sección a una de las profesiones más arraigadas en el mundo rural.
Se trata de "una actividad esencial y también una de las más tradicionales y de las que probablemente haya sufrido en su desempeño un menor vaivén de los tiempos y de los modos de vida rural", explica Juan Francisco Blanco, director del IDES.
En este sentido, destaca que "el pastor representa, entre otras cosas, un compendio de conocimientos aplicados, no solo al cuidado de sus rebaños y la explotación de los mismos, sino también, por ejemplo y por estar en contacto permanente con el medio natural, a la meteorología popular".
Así, recuerda como los pastores estaban especializados en "echar las cabañuelas para pronosticar el tiempo del año siguiente, aplicando la observación de cada día, entre el 1 y el 12 de agosto (con ligeras variantes) a los 12 meses del año siguiente".
También es relevante la capacidad creativa de estos profesionales. "El arte pastoril de nuestra provincia es considerado el mejor de toda Europa y ha sido plasmado en piezas funcionales e irrepetibles en asta (cucharas, cajas, colodras, polvorines y cuernas de todo tipo), en corcho (saleros, fiambreras?), en hueso, en madera?"