Este concejal, que ocupó diversos cargos públicos, fue el principal impulsor de una nueva vía sobre el río Tormes, para sustituir al denominado Puente Viejo y así evitar sus modificaciones
El puente de Enrique Estevan, denominado también como Puente Nuevo, es uno de los primeros puentes construidos sobre el río Tormes. Un puente metálico centenario que tiene seis arcos de unos 43 metros sostenidos cada uno de ellos en gruesos pilares de fábrica de granito.
La Dirección de Carreteras en 1891 propone la ampliación del Puente Romano, su objetivo era ensancharlo y así permitir el uso al nuevo medio de transporte, "el automóvil".
Finalmente gracias a las gestiones del concejal Enrique Estevan Santos, que ocupó diversos cargos públicos, y que tenía un gran interés en que Salamanca tuviera una nueva vía sobre el río Tormes, se decide hacer un puente paralelo aguas arriba, sustituyendo en sus funciones al denominado Puente Viejo (Puente Romano) y así evitar las modificaciones al viejo Puente Romano.
Las obras del nuevo puente se aprueban el 7 de agosto de 1900, comenzando su construcción en 1902, colocando la primera piedra el 15 de septiembre del mismo año, que consistía en una cápsula del tiempo quedando en su interior un ejemplar de El Adelanto de aquella fecha junto a otros elementos de la época.
El 23 de octubre de 1913, poco antes de las once de la mañana, se reunían en el Ayuntamiento de Salamanca las personalidades que irían en comitiva a participar en el acto de la inauguración del puente. Entre ellos se encontraba el mismo Enrique Estevan, que por entonces era delegado de Hacienda y el alcalde Elías García Barrado junto a varios concejales.
La iluminación que realza este hermoso puente en la noche salmantina es de 1998, proporcionando una visión nocturna artística con las catedrales al fondo.
Fotografías
Fuente: El perfil de Salamanca.