La comunidad registra una de las estimaciones de exceso de mortalidad más elevadas de España, y se concentra en los mayores de 74 años, según los últimos informes del Sistema de Monitorización de la Mortalidad
La crisis del coronavirus ha tenido un impacto sin precedentes en las cifras de mortalidad, con un notable incremento en todas las comunidades autónomas desde que la pandemia se ha extendido en nuestro país. Según los informes del Sistema de Monitorización de la Mortalidad (MoMo) publicados por el Instituto de Salud Carlos III, en Castilla y León, la mortalidad por todas las causas se ha disparado un 158,5% entre el 17 de marzo y el 10 de abril, porcentaje que en España se sitúa en el 61,5% (entre el 17 de marzo y el 11 de abril), periodo en el que nuestro país está bajo el estado de alarma por el coronavirus.
Lógicamente, no todo el exceso de muertes se debe al coronavirus. Los analistas llaman a la cautela porque, aunque ese exceso a priori indica que hay más muertes con coronavirus de las que registra oficialmente el Ministerio de Sanidad, aún es pronto para saber exactamente qué parte es achacable directamente a la Covid-19.
Así, en Castilla y León, el número de defunciones observadas durante este periodo ascendería a 3.851 (frente a una mortalidad estimada de 1.490 fallecidos) y el número de defunciones en exceso a 2.361. El exceso es más notable en hombres (161,9%) que en mujeres (146,7%), y se concentra en los mayores de 74 años ( 177,7%), seguido del grupo de edad de 65 a 74 años (115,1%).
Castilla y León registra una de las estimaciones de exceso de mortalidad más elevadas de España, por detrás de comunidades como Castilla-La Mancha (197,7%), Madrid (215%) Con cifras similares, la comunidad de Navarra (155,3%).
A nivel de comunidades autónomas también se han detectado excesos de mortalidad en Andalucía (17,7%), Asturias (3,6%), Aragón (93,5%), Islas Baleares (22%), Canarias (23,1%), Cantabria (45,9%), Cataluña (84%), Comunidad Valenciana (44,7%), Extremadura (64%), Galicia (11,3%), Murcia (16,1%), País Vasco (78,7%), La Rioja (91,3%) y Ceuta (275%).
MoMo identifica las desviaciones de mortalidad diaria observada con respecto a la esperada según las series históricas de mortalidad, y permite estimar de forma indirecta el impacto de cualquier evento de importancia en salud pública. Su principal fuente de información son las defunciones por todas las causas que se obtienen diariamente de 3.929 registros civiles informatizados del Ministerio de Justicia, correspondientes al 92% de la población española. El sistema permite consultar el estado de los excesos de mortalidad a nivel nacional y por comunidades autónomas, el detalle de los excesos y su impacto en diferentes grupos poblacionales por edad y sexo.
En este sentido, tal y como recoge Europa Press, los responsables del sistema recuerdan que MoMo es un sistema inespecífico y los excesos de mortalidad no se pueden atribuir a un evento concreto porque se deben considerar muchos factores contribuyentes, como la posible 'mortalidad adelantada' como consecuencia de otras patologías previas o comorbilidades; la reticencia o retraso al acudir al sistema sanitario, bien para evitar su saturación o posibles contagios; o la mayor vulnerabilidad de personas en riesgo cuando hay medidas de distanciamiento social o confinamiento.
Por tanto, para una correcta interpretación de las estimaciones que ofrece MoMo hay que tener en cuenta todos estos factores que pueden contribuir a la mortalidad directa e indirecta, además de los cambios en la estructura social, las modificaciones en la actividad del sistema sanitario, así como las posibles alteraciones en los sistemas de notificación de fallecidos, entre otros factores.