La solemnidad del luto de la Alcaldesa de Ciudad Rodrigo

Tras los 'grandes fastos' de la procesión del Santo Entierro, en la noche del Viernes Santo es momento en Ciudad Rodrigo para el recogimiento, la sobriedad y la solemnidad de la procesión de la Virgen de la Soledad, organizada por la Cofradía del mismo nombre, que es la más veterana de la Semana Santa Mirobrigense: la actual Cofradía se creó en 1840, aunque documentos históricos marcan que ya existió otra con anterioridad.

En concreto, en el Archivo Catedralicio se conserva (fue encontrada por Tomás Domínguez Cid) una bula del año 1590 del Papa Sixto V (en un pergamino de grandes dimensiones) concediendo gracias e indulgencias a la Cofradía de Nuestra Señora de La Soledad de Ciudad Rodrigo. Como explicó en su momento Tomás Domínguez, llama la atención que la notoriedad de la Cofradía llegase hasta Roma en el Siglo XVI, y además "con tan buena prensa para que un Papa concediera gracias e indulgencias a la misma". Eso lleva a pensar, obviamente, que ya tenía una gran importancia en Ciudad Rodrigo.

Por otro lado, Juan Tomás Muñoz relató en el Libro de la Semana Santa de 2011 un hecho histórico acaecido en 1696, en el que también aparece la Virgen de La Soledad. Fue un virulento incendio desatado a las 22.00 horas del 30 de mayo en una vivienda de la Rúa Nueva, junto a las Casas Consistoriales. Como no se lograba aplacar, se decidieron sacar varias imágenes para rezarles. Entre ellas estuvo La Soledad, que fue llevada desde el Convento de San Agustín hasta la Plaza Mayor, donde se cantaron letanías y salmos para intentar frenar el incendio.

Tomando como referencia la bula papal, y ese hecho histórico, Tomás Domínguez, apunta que bien puede hablarse de que fue una 'refundación' de la Cofradía, más que una fundación, lo que ocurrió en 1840. En concreto, fue el 2 de agosto de ese año cuando hubo una reunión con esa finalidad en la Catedral de Santa María, según el libro de actas que se conserva. En ese momento, la imagen de La Soledad ya se encontraba en la Seo mirobrigense, a donde había sido llevada un par de décadas antes desde la Iglesia de los Padres Agustinos.

Fue trasladada a la Catedral en 1823

Como ha narrado también Tomás Domínguez, tras las desamortizaciones y exclaustraciones ordenadas durante el Trienio Liberal (1820-1823), la comunidad de Agustinos de Ciudad Rodrigo desapareció, siendo despojada de sus propiedades. Su convento e Iglesia son destinados entonces a almacenes del Gobierno, llegando a peligrar la conservación de la Iglesia, que albergaba el Santo Sepulcro, el Ecce Homo, y la Virgen de La Soledad, muy venerada por el Cuerpo de Urbanos, que también desaparece en aquella época.

Ante ello, el Cabildo de la Catedral acordó en abril de 1823 dar cobijo a estas imágenes, que quedan vinculadas a la Seo, a raíz de lo cual el cargo de presidente de la Cofradía será ocupado durante décadas por el Deán del Cabildo. Aunque en la actualidad predominan las mujeres en la Cofradía ?en los últimos años en la procesión cada vez se ven más hombres- en sus orígenes fue, como el resto de cofradías, predominantemente masculina. En concreto, según el listado de miembros de 1855 que encontró Tomás Domínguez, en ese momento había 61 hombres y 8 mujeres, que además tenían menos derechos y obligaciones.

Desde aquella fundación, la Cofradía ya procesiona, pero de salida no lo hacía en un desfile propio. Como recordó Feliciano Sierro Malmierca en su pregón de la Semana Santa de 1995, en el año 1864 la Virgen de La Soledad salía a las calles en la procesión del Santo Entierro (la única que se organizaba en aquel momento). Según han mencionado varios pregoneros semanasanteros (Feliciano Sierro, José Manuel de Luis y José Ramón Cid Cebrián), la Cofradía de La Soledad organiza su propia procesión desde el año 1928.

Alcaldesa con título desde 2002

La gran devoción que ha despertado a lo largo de la historia La Soledad hizo incluso que en 1948 fuese nombrada Alcaldesa de Ciudad Rodrigo. Fue en concreto en el mes de abril, aprovechando la celebración en la ciudad de unas misiones. La Virgen fue llevada desde la Catedral hasta el Salón de Plenos de la Casa Consistorial para rendirle culto en una Vigilia que se prolongó durante toda la noche. Por la mañana, la Virgen presidió desde la balconada de la Casa Consistorial un Vía Crucis.

Concluido el mismo, el alcalde accidental, Joaquín Martín Báez, entregó a La Soledad el Bastón de Mando, quedando investida como alcaldesa honoraria de Ciudad Rodrigo, tras lo cual fue devuelta a la Catedral, parece que con un Rosario de la Aurora. Aquel nombramiento fue realizado sin expedientes ni protocolos, dándose la circunstancia que 'legalmente' La Soledad no fue alcaldesa hasta el año 2002.

Fue en ese momento cuando las gestiones del presidente de la Cofradía, Arturo Pérez de Burgos, llevaron a que fuese aprobada esa distinción por el Pleno del Ayuntamiento, con unanimidad de todos los grupos. Además, se acordó conceder a la Virgen la Medalla de la Plata de la Ciudad, al ser la Alcaldesa. La Medalla le fue colocada a La Soledad por el alcalde Javier Iglesias el Viernes Santo de 2002, al paso de la procesión por la Plaza Mayor.

Hay que recordar que la Virgen de La Soledad procesiona, además del Viernes Santo, un domingo del mes de septiembre con motivo de la conmemoración de los Dolores de la Virgen. Habitualmente este desfile tiene lugar por el Claustro de la Seo, pero en 2017, ante las obras que se estaban realizando allí, salió a la Plazuela de Herrasti (en la noche del Viernes Santo siempre sale y llega a la Catedral, salvo en 2006, con motivo de Las Edades del Hombre).

Un repaso por algunos de sus elementos

En su procesión del mes de septiembre, la Virgen es portada a hombros, sin su carroza semanasantera, cuyas ruedas actuales pertenecieron a un carro del Ejército que participó en la Guerra Civil Española (pese a su mal estado, aún se conservan en la actualidad). La carroza original, de 1932, fue ampliada en 1959 para resaltar el nuevo manto en terciopelo negro que tenía la Virgen desde tres años antes. Este manto fue elaborado durante dos años por las Madres Carmelitas de Ciudad Rodrigo, cobrando por ello 10.000 pesetas.

Además, la Cofradía gastó otras 2.000 pesetas en concepto de tela o hilo de oro, con el cual se hicieron bordados como flores y hojas. Hay que apuntar que según ha recogido Tomás Domínguez Cid, la Cofradía tuvo intención de dotarla de un nuevo manto desde 1930, pero la suscripción popular realizada en aquel momento no fue suficiente para ello, por lo que se aparcó el tema dos décadas.

Aquella suscripción popular (hubo una campaña para recoger donativos, y objetos de oro y plata, así como joyas y piedras preciosas), sí sirvió para confeccionar la corona de la Virgen y los rayos que la envuelven, además de incorporar la ya mencionada carroza (de la que se suprimieron en 1998 los capiteles de cera existentes ?que ya no se encendían por temor a un posible incendio- por otros de luz artificial).

En lo que respecta a la corona, fue creada en 1931 en los talleres joyeros de la conocida como 'Hija de Vasconcellos', correspondiendo al hijo de ésta, Jacinto Vasconcellos, la creación. Se trata de una pieza de 1.050 gramos de plata de ley, con formas de filigrana charra, de cuya cenefa parten una serie de rayos adornados por diamantes y brillantes. En la corona aparece como símbolo inequívoco el escudo de Ciudad Rodrigo, las III Columnas. Esta corona fue restaurada en 2013 en los talleres de Joyería Vasconcellos por su jefe de taller, Ángel Cepa.

La Soledad tuvo previamente otra corona que habla asimismo de su antigüedad. Según relató Feliciano Sierro en su pregón de 1995, la corona de plata con la que se adornaba había sido una ofrenda del Cuerpo de Sargentos de milicias Urbanas de la Plaza, que la habían mandado confeccionar en 1816 con 44 onzas de plata que le compraron a un maestro de niños de la ciudad. Según resolvió la Sala de lo Criminal de Valladolid, esa plata procedía de robos realizados a iglesias, posiblemente en el pillaje y saqueo que sufrió Miróbriga al ser asaltada durante la Guerra de la Independencia.

>> Las imágenes pertenecen a las procesiones de los años 2018 y 2019