Una excesiva exposición a ruidos intensos, una mala alimentación o un consumo excesivo de fármacos ototóxicos pueden dañar tus oídos
Una de cada diez personas será sorda dentro de 30 años si no modifican ciertos factores de riesgo como una excesiva exposición a ruidos intensos, una mala alimentación o un consumo excesivo de fármacos ototóxicos, según han advertido desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) con motivo de la Semana de la Audición que culmina el 3 de marzo con el Día Mundial del Cuidado del Oído y la Audición.
La SEORL-CCC, en la jornada 'Disfruta de los sonidos de tu vida' celebrada este lunes, ha destacado la importancia de realizar un diagnóstico e intervención "tempranos" para que las personas con pérdida auditiva puedan "comunicarse con los demás y acceder a la educación, el empleo y la vida social sin límites", en colaboración con la Federación AICE (Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España) y FIAPAS (Confederación Española de Familias de Personas Sordas).
"La pérdida de audición ha sido clasificada como la 5ª causa principal de años vividos con discapacidad, por delante de muchas otras enfermedades crónicas como diabetes, demencia o enfermedad pulmonar obstructiva crónica", ha alertado el presidente de la Comisión de Otología de la SEORL-CCC, el doctor Luis Lassaletta.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad existen 466 millones de personas en todo el mundo que sufren pérdida de audición discapacitante, de las cuales 34 millones son niños. La pérdida de audición discapacitante se define a partir de una pérdida auditiva superior a 40dB en el oído con mejor audición en adultos y superior a 30dB en el oído con mejor audición en niños.
Ruido, mala alimentación y fármacos ototóxicos
El especialista ha insistido en la importancia de protegerse frente al ruido, sobre todo en lugares de trabajo con maquinaria ruidosa, áreas recreativas o salas de conciertos, así como por el uso de reproductores de audio de forma prolongada y a volúmenes altos.
Unos 1100 millones de jóvenes entre 12 y 35 años de edad se encuentran en riesgo de sufrir pérdida de audición por la exposición al ruido en contextos recreativos, según la OMS. En concreto, un trabajo reciente publicado en 'Laryngoscope' ha concluido que las salas de música pueden contribuir a la pérdida auditiva inducida por el ruido con exposición prolongada.
Por otro lado, la mala alimentación también es un factor que influye en la disminución de la capacidad auditiva. En este sentido, un estudio reciente publicado en la revista 'Nutrients' ha señalado que los alimentos con alto contenido en azúcar, la cerveza y otro tipo de bebidas alcohólicas se relacionan con una pérdida auditiva con la edad.
"Seguir una alimentación correcta y variada puede evitar infecciones, retrasar el envejecimiento y la aparición de enfermedades crónicas y, por tanto, evitar el desarrollo de pérdida auditiva", ha destacado el doctor Lassaletta.
A sus declaraciones se ha sumado la presidenta de la Comisión de Audiología de la SEORL-CCC, la doctora María José Lavilla, que ha alertado de que ciertos factores de riesgo cardiovascular como la obesidad, el aumento del colesterol o la diabetes contribuyen a la pérdida auditiva, al igual que el consumo de alcohol y de tabaco o el sedentarismo.
La especialista ha explicado que para prevenir la pérdida auditiva también es importante evitar el consumo "excesivo" de los llamados "medicamentos ototóxicos". Los más utilizados serían la aspirina, los antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno, los antibióticos del grupo aminoglucósidos y los diuréticos.
Soluciones para la pérdida auditiva
Desde SEORL-CCC han incidido en la importancia de conseguir que la hipoacusia o sordera no sea tan limitante para la vida cotidiana, por medio de un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado para cada caso.
"Hoy en día disponemos de distintas soluciones que contribuyen tanto a mejorar el desarrollo y aprendizaje a edades tempranas, como a prevenir el aislamiento social y el deterioro cognitivo de las personas mayores debido a la pérdida auditiva", ha indicado la doctora Lavilla.
En este sentido, dependiendo del tipo y el grado de pérdida, los audífonos y los implantes cocleares podrían conseguir que puedan comunicarse, relacionarse e incluso escuchar música en algunos casos, mejorando su calidad de vida.
El presidente de la Federación AICE, Joan Zamora, ha considerado que para "sacarle el máximo rendimiento" a los implantes cocleares o los audífonos es necesaria "una rehabilitación adecuada y que estos dispositivos se subvencionen".
Finalmente, Natalia Beraza, del área de relaciones institucionales de FIAPAS, ha destacado que la detección, el diagnóstico precoz, la adaptación protésica y la rehabilitación logopédica tempranas ofrecen a los menores con sordera unas posibilidades "inimaginables" en las próximas decadas.
Sin embargo, ha recordado que más del 95 por ciento nacen en el seno de familias oyentes y por ello son fundamentales el apoyo y la información que reciban por parte de los movimientos asociativos.