Gran parte de la manada se dio la vuelta en la Avenida Conde de Foxá, lo que hizo que el encierro acabase por durar unos 75 minutos en total
Tras cuatro años con un encierro a caballo abreviado, bajando únicamente por la ladera del Alto de Valhondo -lo que hacía que el público no pudiese llegar a acceder a ningún punto del tramo de campo- el Carnaval del Toro 2020 vivió en la mañana del Domingo la recuperación del antiguo recorrido del gran evento de las fiestas de Ciudad Rodrigo, el que tiene como referencias la Ermita de la Virgen de la Peña de Francia y la Calleja de Valhondo.
Esta vuelta hizo que el público pudiese disfrutar más del encierro a caballo, accediendo aquellos que quisieron a la zona de campo, aunque con la Ermita de la Peña de Francia como límite debido a la zona de expansión establecida un año más para que el ganado no se despiste en el tramo inicial del mismo.
Pese a esta limitación, numeroso público subió por allí, entre otras cosas para degustar el tradicional almuerzo de campo, al igual que hicieron los miembros de la Peña La Polémika con San Pedrín, al que fueron pidiéndole protección en varios momentos a lo largo del trayecto con una cancioncilla con el mismo ritmillo que tiene el emblemático cántico a San Fermín que entonan cada mes de julio los mozos en Pamplona.
El encierro, protagonizado por 6 astados de la ganadería zamorana de El Valle Blanco, tuvo como punto de partida el Centro Ecuestre Casasola, cuyos responsables se encargaron asimismo del desarrollo del evento. Poniéndose en marcha en ese Centro unos 5 minutos antes de las 11.00 horas (para que así entre en agujas lo más cerca posible de las 11.00 horas), la manada, muy bien envuelta con caballos, inició muy tranquila el encierro.
Sin embargo, cuando ya estaban cerca de la Ermita, empezaron a correr (se les apretó para evitar que se fuesen a fincas cercanas), iniciándose una vertiginosa carrera para disfrute de todo el público que estaba congregado para presenciar el evento. La manada se fue abriendo, pero bien envuelta por los caballistas, fue bajando bien por la Calleja de Valhondo, y accedió sin problemas a la Avenida Conde de Foxá, que también enfilaron a buen ritmo.
Sin embargo, a lo largo de esa Avenida, parece que los toros fueron notando el cansancio y empezaron a dar algunos 'problemas', llegándose a dar varios la vuelta ya en el entorno del Pabellón de la Avenida Conde de Foxá. Con mucha paciencia, y muy disgregados, se consiguió ir llevando a los astados hacia arriba, dándose el encierro por finalizado cuando eran prácticamente las 12.10 horas, lo que quiere decir que duró unos 75 minutos en total.
Este encierro a caballo no dejó consecuencias físicas graves en humanos (nadie tuvo que pasar por la enfermería de la Plaza), pero sí en caballos, resultando tres equinos heridos de diversa consideración precisamente para conseguir que el evento saliera lo mejor posible y que todo el público congregado se fuese con un gran sabor de boca.