Los aficionados salmantinos a los videojuegos cuentan con varios lugares de encuentro
Como en cualquier otra ciudad, la comunidad gamer de Salamanca también tiene sus lugares de reunión. En la ciudad son varios los locales en los que poder quedar aunque la mayoría de la actividad se concentra en un par de ellos. Allí encuentran ordenadores de última generación para poder entrenar o competir y, sobre todo, un grupo de gente con la que compartir afición.
Las quedadas son habituales y no siempre para jugar. Más allá de las partidas, suelen juntarse a tomar algo y hablar de una afición común que en el último lustro no ha dejado de ir a más. El auge en Salamanca gracias a la irrupción, entre otros atractivos, de la Amazon University Esports, ha sido exponencial. Juntos se ponen al día de las últimas novedades, juntos exploran nuevas posibilidades de juego y juntos planean convertir en realidad el sueño, que alguno ve cada vez más cerca, de ser profesional. España, eso sí, continúa a años luz de potencias como Corea, donde los equipos profesionales y las competiciones de élite son habituales. En nuestro país empiezan a emerger gamers de primer nivel e incluso disponemos de speakers de prestigio convertidos también en estrellas y referentes para estos jóvenes que quieren vivir de los videojuegos. La disciplina, por cierto, ya se estudia en algunas universidades y podría llegar muy pronto a las aulas de la de Salamanca. Hay muchas formas de poder vivir del mundo virtual.
La figura del 'TO'
Dentro de la Comunidad Gamer, los TO (organizadores de torneos por sus siglas en inglés) juegan un papel fundamental. En Salamanca encontramos a José Beltrán, aunque todos lo conocen por su nick de jugador, DjMon. Este vallisoletano de Medina del Campo es el encargado de poner en marcha esas competiciones en las que Thontunator termina ganando casi siempre y también otras que se celebran periódicamente en Salamanca como la del Tekken 7, otro popular videojuego de lucha; la evolución de uno de los clásicos que también reúne a orillas del Tormes a una gran comunidad de jugadores.
Beltrán reconoce ser un tipo tímido que no era plenamente consciente del lío en el que se metía cuando aceptó convertirse en organizador de competiciones. En esa tarea, ingrata en muchas ocasiones, cuenta con un pequeño equipo que le ayuda. Entre todos han de estar pendientes de cada detalle además de aguantar estoicamente las quejas de quienes, por ejemplo, los acusan de amañar los emparejamientos de cada torneo. "Hay que hacer encaje de bolillos para lograr que la competición sea emocionante y evitar, por ejemplo, emparejamientos entre jugadores de la misma procedencia", explica y advierte que no es precisamente una tarea sencilla por la gran cantidad de condicionantes que han de tener en cuenta. Hasta Salamanca vienen jugadores de Valladolid, Burgos, León o Asturias.
A pesar de todo DjMon disfruta con lo que hace. Además, le encanta jugar aunque no está en el top. Lo que lleva a rajatabla, eso sí, es que, como en los deportes reales, lo que pasa en el videojuego, se queda en el videojuego. La sana rivalidad de los joysticks no debe traspasar la pantalla.