Los preparativos comenzaban al llegar el mes de diciembre acudiendo familiares y amistades; entre los vecinos se ayudaban y nunca coincidían las matanzas
Una de las tradiciones más típicas de nuestra ciudad y provincia es la matanza. Probablemente, si tuviéramos que poner fecha a la primera matanza, nos remontaríamos a los principios de la humanidad.
La necesidad de asegurarse reservas de carne para la subsistencia anual es uno de los motivos más probables para el inicio de esta actividad, podríamos hablar del siglo XVIII.
Los preparativos comenzaban al llegar el mes de diciembre acudiendo familiares y amistades. Entre los vecinos se ayudaban y nunca coincidían las matanzas, y de esta forma entre tres o cuatro familias vecinas hacían todas las faenas con menos esfuerzo; como Candelario era un pueblo chacinero, rara era la familia que no tuviera un matador y mondongueras.
Ese día se juntaba toda la familia a comer, pero no se comía nada especial; lo que si se hacía era invitar a aguardiente, vino y pastas. Por la tarde se tomaba el chocolate acompañado de bizcochos, rebanadas de pan o pastas y se bailaba al son del almirez y de las tapaderas de las cazuelas, las canciones de Candelario.
En el invierno todo el pueblo olía a chorizo y los vendedores ambulantes iban por la calle Mayor vendiendo su mercancía .
FOTOS: Vecinos de Candelario, el día de la matanza preparando los chorizos y la picadora para la carne.
PRIMERA Y SEGUNDA: Vecinos de Candelario, el día de la matanza preparando los chorizos.
FUENTE: Candelario No sabias qué.