Su propietaria tenía vigilada a la novilla por ser primeriza, pero se puso de parto durante la hora de la comida, momento que aprovecharon los carroñeros
Decenas de buitres acababan ayer miércoles en la localidad de Valderrodrigo con una vaca y su ternero en el momento del parto. Según relata B. M., propietaria de explotación, la novilla de dos años y medio, y primeriza, se encontraba en una parcela junto a la nave en previsión de que tuvieran que asistir a la madre durante el parto al ser primeriza.
En la hora de la comida los propietarios se fueron a su casa y en ese momento la novilla se ponía de parto. Cuando la ganadera llegó un poco más tarde "ya no había nada que hacer, los buitres estaban encima y no se pudo hacer nada. Esta es la lotería que tenemos aquí a veces", lamentan.