La disputa del duelo ante el club blanco ha sido un auténtico tormento para la directiva charra y su afición por la polémica suscitada alrededor de la sede del encuentro
En Salamanca siempre han ocurrido hechos que no se creerían en otros lugares de España y una prueba de ello es todo lo acaecido con el partido de dieciseisavos de final de la Copa del Rey entre Unionistas y el Real Madrid. El sueño de miles de salmantinos se convirtió en pesadilla por numerosos errores a medida que el tiempo pasaba, dado que la disputa del duelo ante el club blanco ha sido un auténtico tormento para la directiva charra y su afición por la polémica suscitada alrededor de la sede del encuentro.
El pasado martes (14 de enero), alrededor de las 13:00 horas, la ciudad entró en júbilo al conocer que el plantel dirigido por Zinedine Zidane se mediría al de Jabi Luaces. Lo normal en este tipo de casos. No obstante, las dudas comenzaron a surgir a toda prisa y los campos para albergar el duelo empezaron a salir a la palestra: Las Pistas, el Helmántico, el Bernabéu, el Ruta de la Plata?
A partir de ahí, el alcalde Carlos García Carbayo entró en la ecuación y se erigió como la figura de 'mediador' con la idea de buscar lo mejor para Salamanca y se empeñó en el que el Helmántico, propiedad del mexicano Manuel Lovato, debía acoger el evento, a pesar de que el Salamanca UDS y Unionistas no tenían ninguna intención de que la operación se llevase a cabo por sus múltiples discrepancias.
Por ello, Miguel Ángel Sandoval, presidente de Unionistas, luchó para que el partido fuese en Las Pistas con una iluminación reforzada para la televisión y gradas supletorias para 10.000 personas. El operador del choque, la Real Federación Española de Fútbol y el Real Madrid dieron el 'OK', pero no el Consistorio, que tardó varios días (hasta el jueves por la noche) en asegurar "que no se oponía" a la decisión del club salmantino y dejó todo en manos del Ayuntamiento de Villares de la Reina, término municipal en el que se encuentran Las Pistas, para tramitar los permisos.
Con todo esto, se concertó una reunión (celebrada el viernes en la Subdelegación de Gobierno) entre múltiples partes implicadas para resolver el conflicto y la seguridad quedó garantizada. A la salida de la misma, fuentes presentes en el acto aseguraron a los medios de comunicación que no habría problema para que se ampliese el aforo del feudo habitual de Unionistas, pero todo saltó por los aires a última hora de la noche, momento en el que un encuentro entre Carbayo y Sandoval estableció que el duelo se jugaría en Las Pistas sin gradas supletorias. ¿El motivo? El Ayuntamiento lleva desde 2002 sin disponer de la licencia de actividad de la instalación municipal, que estará lista para el miércoles, pero dicho error impide la ampliación de público, al igual que tampoco se podrían haber albergado -supuestamente- otras actividades deportivas hasta ahora. Cosa que sí ha ocurrido, lo que refleja un escándalo en toda regla.
Finalmente, Unionistas comunicó en la mañana del sábado la decisión final: se jugará en Las Pistas con iluminación extra y sin supletorias, pero se intentará ampliar el aforo de 4.000 espectadores y una de las ideas que se barajan es utilizar una mayor parte de la curva del marcador con el objetivo de más aficionados puedan ver el encuentro in situ.
En definitiva, Salamanca ha vuelto a hacer el rídiculo. Y en esta ocasión, la noticia no se ha quedado en el ámbito local, si no que ha llegado a toda España. Después nos preguntamos por qué desapareció la Unión?