El barrio de San Andrés abre la temporada de hogueras con la compañía de la lluvia

El barrio de San Andrés ha sido este año el encargado (otros años lo hace el barrio de El Puente) de abrir la tradicional temporada de hogueras que vive Ciudad Rodrigo en las primeras semanas de cada año, debido a las festividades de San Antón, San Sebastián, San Blas y las Águedas. En concreto, lo que está festejando desde la tarde del jueves el barrio de San Andrés es la festividad del patrón de los animales, San Antón, cuyo día grande se vivirá este viernes, jornada en la que aparece en el calendario.

Como es habitual, el lugar escogido para la realización de la hoguera fue el glacis de la Avenida Sefarad, con una pequeña novedad, ya que la hoguera se movió unos cuantos metros respecto a lo que suele ser habitual, alejándose del Mercado de Abastos frente a la que se solía realizar, y quedándose más cerca del Centro Receptor de Visitantes.

Hasta allí se acercaron, avisados por los cohetes que se lanzaron, un nutrido grupo de mirobrigenses, pese a que la tarde se puso bastante desapacible en el aspecto meteorológico: en los minutos previos a la hora anunciada para el inicio de la hoguera, hizo aparición la lluvia, que sin llegar a caer demasiado fuerte, sí fue yendo y viniendo durante el tiempo en que estuvo ardiendo la leña.

Entre los mirobrigenses que se dieron cita por allí estuvieron unos cuantos integrantes de la Corporación Municipal: Marcos Iglesias, Laura Vicente, Ramón Sastre, José Manuel Jerez, Víctor Gómez, Davinia Montero, Paola Martín, Vanesa Muriel, Beatriz Jorge Carpio y Joaquín Pellicer, que como el resto también degustaron los chochos y el vino que se estuvieron repartiendo de forma gratuita a todos los que se acercaron. Como es habitual, la Policía Local cortó al tráfico la Avenida de Sefarad para mayor seguridad.

El programa de este viernes, Día de San Antón, comenzará a primera hora con la venta de los panecitos bendecidos en la Iglesia de San Andrés. A las 12.00 horas, se procesionará la imagen de San Antón por las calles del barrio, tras la bendición a las puertas del templo de los animales que hasta allí se acerquen. De regreso a la Iglesia, se oficiará una eucaristía (los actos litúrgicos serán presididos por el administrador apostólico Jesús García Burillo), a cuya conclusión se sorteará el clásico aguinaldo, concluyendo los actos con un convite.