En plena
sierra de Béjar se encuentra este pueblo tan bello con
arquitectura popular protegida, productor de
embutido ibérico y con muchas rutas de
senderismo que realizar por todos sus alrededores. En invierno mantiene la nieve hasta bien entrado el mes de abril.
Sus calles tienen unas 'regaderas' que traen permanentemente el agua de la sierra. Los voladizos de los tejados de las casas avanzan hacia la calle, produciendo el efecto de que son más estrechas.
La parte superior de estas viviendas eran los
secaderos de embutidos, por lo que esta población es uno de los pueblos denominados
g>'pueblos sin chimeneas', pues la salida de los fuegos domésticos se llevaba a los secaderos y así protegían los productos.