Los violentos también lanzaron objetivos a las fuerzas de seguridad que veló por la segurida del 'Clásico'
Después de una tarde de en la que la protesta convocada por la plataforma anónima Tsunami Democràtic discurrió con normalidad, varios grupos de radicales han tomado la calle en los aledaños del Camp Nou lanzando objetos contundentes a los agentes de seguridad y prendiendo fuego a contenedores, mientras que el FC Barcelona y el Real Madrid se disputaban el clásico. Los Mossos d'Esquadran han efectuado varias cargas y han lanzado proyectiles de 'foam' para intentar despejar la zona.
Desde horas antes de que comenzara el partido, que fue suspendido el pasado 26 de octubre debido al tenso clima en Cataluña sentencia del 'procés', unas 5.000 personas convocadas por la plataforma anónima Tsunami Democràtic ya se habían congregado para protestar en los alrededores del estadio azulgrana. Sin embargo, durante las primeras horas de la tarde no se han producido incidentes y la entrada de los aficionados al recinto se ha llevado a cabo con normalidad.
Los primeros enfrentamientos han comenzado minutos antes del inicio del partido, sobre las 19:45 horas, cuando los Mossos d'Esquadra han intervenido para evitar que se prolongase una pelea entre manifestantes de Tsunami Democràtic y un grupo de Boixos Nois, seguidores radicales del FC Barcelona, que se han lanzado objetos contundentes entre ellos y también contra la policía.
Con el clásico entre el FC Barcelona y el Real Madrid a punto de llegar al descanso, los Mossos d'Esquadra han vuelto a cargar contra un grupo de radicales que había cruzado varios contenedores en la Travesera de les Corts y en la calle Arizala y han disparado proyectiles de 'foam'.
Algunos radicales han arrojado latas y piedras, han arrancado señales de tráfico y han prendido fuego a varios contenedores para levantar barricadas.
De momento, solo una persona ha sido detenida durante los altercados por haber arrojado una botella de cristal a los agentes que intervenían.
La policía catalana está interviniendo en la zona para evitar que la salida de los 90.000 asistentes al partido se vea condicionada por las barricadas y por la presencia de los grupos de alborotadores.