El pabellón Miguel Ángel Jiménez Barcala se transformaba hasta convertirse en una aldea durante la gran recreación de un
Belén Viviente realizado por el colegio de La Encarnación. Las gradas se quedaron pequeñas en la tarde del sábado para albergar a la gran cantidad de público que quiso asistir a esta representación, que tenía cuidado al detalle cada estanci
a y puesto, participando en el alumnos y docentes de los diferentes niveles educativos del centro.
Los villancicos en grupos se mezclaban con la representación de herreros, posaderos o guardias, mientras el gran portal era el epicentro de este montaje, que contaba con la ayuda en su creación de padres y madres de la AMPA del colegio.