"Para nosotros es importante tener alianzas con las empresas y que nos ayuden a orientarnos en cómo enfocar la formación de las personas", afirma el presidente de Cruz Roja
"Nos gustaría trabajar cada vez más con las personas, pero no en el ámbito de la extrema vulnerabilidad, sino en mejorar su vida, su empleabilidad, su salud, la gestión de cómo cuidarse mejor, la atención a los mayores..." Es el deseo del presidente provincial de Cruz Roja Salamanca, Jesús Juanes, quien destaca además que "nuestro lema es cada vez más cerca de las personas". Cruz Roja atiende a más de 44.600 personas y desarrolla más de 80 programas diferentes, con especial atención al plan de empleo, porque como señala el presidente, "las situaciones de necesidades de las familias, en un 95% o más, el origen está en la falta de empleo". Su voluntariado, cerca de 1.600 en la provincia, y sus socios, 14.000, son dos pilares fundamentales. A los dos puntos de acción local que se han sumado este año en la plrovincia, en Santa Marta y en La alberca, se sumarán próximamente Guijuelo y Alba de Tormes.
¿Ha sido 2019 un buen año para Cruz Roja?
El año ha ido mejor para Cruz Roja, eso quiere decir que mejor para la sociedad. El nivel de atención a las situaciones de personas en extrema vulnerabilidad a partir de 2015 empieza a bajar y ahora estamos en cifras estables. Este año, 2019, es importante porque se ha celebrado la Asamblea General (en abril, en Madrid), y es ahí donde se debate y aprueba el plan de acción para los próximos 4 años, las líneas maestras de Cruz Roja (a quién nos vamos a dirigir, cómo mejorar la propia institución, cómo mejorar la captación de los voluntarios...), y nosotros tenemos que ser muy proactivos en los cambios. Cada territorio adapta ese plan de acción y se marca sus objetivos a cumplir durante los próximos cuatro años. Otra cuestión importante es elegir al presidente nacional entre las personas que se presentan. Luego se van designando a los presidentes autonómicos, provinciales y comarcales, y en toda esta decisión hay que contar con la opinión del comité correspondiente. En 2019, todo esto nos ha ocupado tiempo, pero sin dejar de atender a las personas. Hemos tenido unos números muy similares a los del año pasado, y nos sentimos especialmente satisfechos en la forma en que atendemos a las personas. El marco de atención a las personas (MAP), donde las personas son el centro de una atención integral. No se trata de dar una ayuda en un momento determinado, sino que queremos tener una atención más global con todas las personas y familias.
¿Hasta qué punto el empleo es un pilar esencial para Cruz Roja?
Es fundamental. Cruz Roja Salamanca desarrolla más de 80 programas distintos. Trabajamos con mayores, juventud, con mujeres, desempleados, refugiados, con población reclusa, con personas que tienen problemas de drogodependencias? Doce colectivos distintos que para nosotros son fundamentales. Las situaciones de necesidades de las familia, en un 95% o más, el origen está en la falta de empleo y en la falta de recursos. El trabajo no solo es importante por una cuestión económica, sino para el desarrollo de la persona, de su autoestima. Para nosotros es importante tener alianzas con las empresas y que nos ayuden a orientarnos en cómo enfocar la formación de las personas. Tenemos más de 200 empresas que nos ayudan. En empleo trabajamos sobre todo en la formación de las personas con más dificultades, para ello tenemos un Centro Joven, donde no solo trabajamos con personas que vienen del fracaso escolar o que no tiene formación. Ahí trabajamos aquellas profesiones que vamos variando en función de lo que el mercado demanda. El plan de empleo es fundamental. Hemos formado a 8.500 personas.
Cruz Roja ha aumentado su presencia en la provincia, en Santa Marta y La Alberca. ¿Hay previsión de ampliar más la red?
Nuestro lema es cada vez más cerca de las personas. Empezamos a desarrollar los puntos de acción local en aquellas poblaciones donde, por sus características, tenemos interés en estar presentes. Ahora ya tenemos un punto de acción local con una sede en Santa Marta, una población ya muy grande, y en La Alberca, que es una zona alejada y que dependía de Béjar o de Ciudad Rodrigo. Y está en vías de desarrollo Guijuelo y Alba de Tormes. Estamos ampliando nuestra red territorial, y si después de un tiempo vemos que estos puntos tienen desarrollo y capacidad operativa, se convertirán en asambleas comarcales.
Cruz Roja desarrolla también una labor importante en la atención a los refugiados.
Cuando en 2015 el Gobierno se compromete a traer a refugiados, se reúne con las organizaciones a nivel estatal y decide que hay tres instituciones que se van a dedicar a la gestión de las personas refugiadas, personas que son solicitantes de protección internacional porque en su país de origen tienen dificultades para vivir. Se decide que lo hagan Cruz Roja, ACCEM, CEAR (no interviene en Castilla y León). ACCEM se encarga de la primera acogida en Castilla y León y de ahí se derivan a las provincias. Esa es la parte legal y está funcionando muy bien. Tiene tres procesos, que van de seis en seis meses. En el primer proceso, Cruz Roja se encarga de facilitar vivienda, recursos para vivir porque durante los primeros seis meses no pueden trabajar, asistencia sanitaria, educación y el aprendizaje del idioma. Pasada esa primera fase, tienen que ser un poco más independientes, la vivienda es la tienen que gestionar, y ahí hay un problemilla, es difícil que alguien alquile a quien no tiene aval o trabajo estable, y ahí entra Cruz Roja. La tercera fase es más de independencia. Hay más de 230 personas atendidas en las tres fases. El problema surge cuando llegan solicitantes de protección pero no por el cauce legal. En cualquier caso, la población tiene que entender que a estas personas hay que atenderlas, porque nadie se va de su casa o país sin necesidad.
¿Cuántos voluntarios forman parte actualmente de Cruz Roja?
Es un dato importante, porque hay que ser transparentes también en esto. Entre 1.570 y 1.600 voluntarios en la provincia de Salamanca. Y lo que tenemos, por ser ciudad universitaria, es un voluntariado joven, que oscila mucho, con preparación en muchos ámbitos. Y luego hay una parte importante que supone mucho apoyo para la institución, y son las personas que son socias. Más de 14.000. Esa es una faceta importante para el sostenimiento de la Cruz Roja. Una pregunta que nos hace mucha gente es cómo se financia Cruz Roja. Tenemos un presupuesto en Salamanca de casi seis millones de euros, pero también son 44.600 las personas atendidas. Ahí queremos ser muy transparentes. Hay tres vías para financiar Cruz Roja: por un lado, la aportación de servicios preventivos, la captación de fondos (socios, Día de la Banderita, el sorteo del Oro, Sorteo de Navidad...) y, muy importante, las herencias y los legados. Llevo 13 años de presidente y todos los años ha habido alguna herencia. A mí me parece entrañable que una persona quiera seguir ayudando a los demás después de fallecida. Y la tercera vía, son las subvenciones que se reciben porque somos también auxiliares de los poderes públicos para que hagan sus políticas sociales. Nuestro ideal es que los tres trozos de la tarta sean iguales.
¿Qué le pide Cruz Roja a 2020?
Nos gustaría trabajar cada vez más con las personas, pero no en el ámbito de la extrema vulnerabilidad, sino en mejorar su vida, su empleabilidad, su salud, la gestión de cómo cuidarse mejor, la atención a los mayores, mejorar la educación? Todo eso si nos gustaría. Queremos que la gente tenga un empleo digno y pueda desarrollar la vida de su familia.