Los aspirantes salmantinos impugnan el examen celebrado el pasado día 20 en Zamora y piden el cese de los responsables
Los aspirantes salmantinos a la oposición a Operarios de Servicio de Sacyl que se celebró el día 20 en Zamora han presentado este lunes un escrito en el registro de la Gerencia de Salud para denunciar que en el examen "se vulneró el derecho de igualdad de condiciones" y pedir la impugnación del mismo, así como el cese de los responsables.
Denuncian que hubo "irregularidades" en la celebración del examen, que se desarrolló en dos sedes, ya que "las personas opositoras congregadas en IFEZA no tuvimos llamamiento a la entrada del pabellón y entramos a dicho espacio sin ser identificados de ninguna manera, por lo que cualquiera podía acceder al pabellón donde se iba a celebrar el examen, únicamente nos informaron con antelación mediante un documento en formato pdf, en el que aparecía el nombre del aspirante, el bloque y la fila que nos correspondía a cada una".
Aseguran que, una vez dentro, "te podías sentar donde te diera la gana y junto a quien quisieras, porque allí nadie controlaba nada, las sillas no estaban numeradas, ni tampoco teníamos asignado ningún número de asiento en las mesas corridas que formaban las filas, y en las que apiñados y sin espacio entre sí tuvimos que realizar la prueba", denunciando también que no había calefacción y "al ser un espacio enorme en área y altura corría el viento por todos lados, el frío y la incomodidad se hicieron palpables de manera notable ya que tuvimos que mantenernos abrigados durante todo el tiempo".
En estas condiciones permanecieron desde las diez de la mañana, hasta que dio comienzo el examen a las once y veinte y posteriormente hasta que acabó la prueba a las doce y cincuenta minutos. "La gente deambulaba por todo el pabellón de IFEZA y entre los supuestos bloques sin control alguno, yendo al baño o a saludar a otros participantes, incluso a familiares que estaban dentro a los que por megafonía se invitó a abandonar el recinto en una ocasión", explican.
Como han destacado esta mañana, "antes y durante la realización de la prueba de oposición se vieron apuntes sobre las mesas y las sillas, también se escucharon tonos de móviles, y es que nadie vigiló que estuvieran apagados estos dispositivos o si portábamos relojes o pulseras inteligentes. Cuando avisaron por megafonía, cosa que era difícil de entender por el eco que producía el espacio, de que había llegado la hora final del ejercicio, la gente siguió escribiendo sin que nadie procediera a retirar los exámenes·.
Respecto al examen realizado en el campus, afirman "aunque allí si hubo llamamiento, la gente salía al servicio sin acompañante y sin revisar si la persona que entraba al aula era la misma que había salido, también sabemos que en algunas aulas el examen comenzó a las once de la mañana, lo que demuestra que no hubo ningún tipo de sincronización, incurriendo de ese modo en una falta grave de igualdad de condiciones".
Los opositores salmantinos también denuncian que el examen "estaba mal redactado y contenía innumerables y vergonzantes faltas de ortografía, lo que dificultó la comprensión lógica de lo que se planteaba". Por ello, se preguntan: ¿Con qué autoridad académica, quienes han elaborado el cuestionario, pueden valorar el nivel de conocimiento de los examinados, si ellos mismos han demostrado menos preparación que quienes opositamos?