La Junta de Cofradías de la Semana Santa de Alba de Tormes ha promovido la restauración de los desperfectos de la imagen
La talla de la Virgen de la Dolorosa de Alba de Tormes será restaurada próximamente por la Fundación Edades del Hombre. Esta acción ha sido promovida por la Junta de Cofradías de la Semana Santa de Alba de Tormes con el objetivo de devolver a su máximo esplendor y subsanar los desperfectos de la imagen.
Tratamiento propuesto para la talla
Antes de comenzar la restauración se llevará a cabo un estudio de las degradaciones y las causas que las han podido motivar. Se elegirán los tratamientos a realizar y los productos a emplear en función de los resultados de los análisis físico-químicos.
Allí donde se aprecien levantamientos, bolsas o escamaciones, y posibilidad de pérdidas en la capa pictórica, se procederá al sentado de la policromía utilizando colas animales, diluidas en agua desmineralizada, empleando previamente un tensoactivo.
Con el fin de devolver a la obra la luminosidad perdida, se procederá a eliminar la suciedad superficial con brochas de pelo suave y aspirador. Se limpiará la policromía de la talla, mediante procedimientos químicos y mecánicos, empleando los disolventes que resulten más inocuos para la obra, igualando el proceso de limpieza con lámparas de luz ultra-violeta. Asimismo, las espadas serán limpiadas con productos acordes, proceso que será llevado a cabo por un platero.
Para la desinfección y consolidación, se utilizarán productos que garanticen no sólo la eliminación de xilófagos vivos, sino también la prevención contra posibles ataques futuros, aplicado por impregnación en aquellas zonas de madera sin policromar.
Sólo en aquellas zonas, en que, como consecuencia del ataque de xilófagos, estén debilitadas estructuralmente, se restablecerá la consistencia mediante la aplicación por impregnación de resina sintética de etil metacrilato en proporciones que varíen entre el 3 y el 10% en disolvente orgánico, tolueno o xileno.
Se realizará una cruz de nueva factura, fabricada en madera de pino y teñida con anilinas sintéticas en color nogal, con unas dimensiones de 190 x 100 x 16 x 2 cm.
El estucado se aplicará a aquellas zonas que padezcan una pérdida de preparación o policromía que alcance gran protagonismo, y en aquellas otras sobre las que se ha intervenido, se llegará al nivel de la policromía original, mediante la aplicación de un aparejo a base de cola de conejo y SO4Ca.
La reintegración cromática se limitará a los casos en que las pérdidas existentes adquieran gran protagonismo. Se reintegrarán las zonas estucas con las técnicas de rigattino, puntillismo o tinta neutra, según el tamaño o la situación de las lagunas. Se emplearán acuarelas Schmincke, pigmentos orgánicos diluidos en barniz Rembrandt y Maimeri, según sea el caso.
Por último, se procederá al barnizado de la Virgen de los Dolores, con una capa de protección flexible, incolora y estable, sirviendo esta de protección y para avivar los colores, sin que se produzcan brillos irregulares. Esta capa de protección constará de una o dos finas películas de una mezcla de distintos barnices sintéticos, buscando el brillo adecuado a las cualidades materiales de la obra.