Varias decenas de vecinos de Las Verónicas se daban cita en la noche del pasado viernes en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, para tratar la situación que mantienen en la actualidad y las diferentes problemáticas que se están viviendo ante la falta de servicios básicos como la recogida de basuras, agua corriente o el alumbrado público.
Una reunión que contaba con el titular de Peñaranda en Común, Ángel Tejeda, único Grupo participante y promotor, a través del que se exponían las diferentes opciones que a día de hoy pueden existir para regularizar una situación que se encuentra encallada desde hace décadas.
Tal y como explican a SALAMANCA AL DIA y BRACAMONTE AL DÍA, fueron más de dos horas de asamblea en el que se trataba de contextualizar la situación que, tal y como explicaba Tejeda "parte de la base de la ilegalidad de construir sin licencia y la permisividad para hacerlo por parte de los anteriores Equipos de Gobierno, sabiendo que era suelo rustico y que no podía realizarse".
PLANTEAMIENTO PARA UNA POSIBLE SOLUCIÓN
Durante el encuentro se exponían al detalle los tramites que serían necesarios para la realización de un
Plan Parcial especial d e Urbanismo
, algo que necesitaría el acuerdo de todos los vecinos, siendo necesario que se constituyeran como una comunidad privada de vecinos, nombrándose en ella varios interlocutores, y pasando a formar parte de una Junta de compensación, tras la que se entrara a valorar la creación del Plan especial y el coste que supondría.
Una compleja labor burocrática, técnica y administrativa en la que el Ayuntamiento actuaria únicamente como supervisor de todo el proceso, aunque el líder de PEC afirma que "habría predisposición de los diferentes Grupos municipales a facilitar el proceso para los vecinos, que serían los promotores de toda esta iniciativa".
El planteamiento para la llegada de los servicios demandados, a priori, se encuentra con un primer escollo ya que existe una falta de acuerdo total a día de hoy entre los residentes de Las Verónicas, estando divididos en quienes cuentan con una vivienda en esta zona y quienes tienen terrenos o naves rusticas dedicas a los aperos o las labores, algo que deberán solventar para poder comenzar a plantearse las posibilidades de llevar a cabo esta regulación urbanística, cuyo coste sería absorbido por las cerca de 200 personas que residen con cuentan con propiedades en esta concurrida zona.