Desde la aprobación del Plan Estratégico Nacional en 2015, más de 160.000 personas en España han sido tratadas y curadas de esta enfermedad, mientras que quedarían por diagnosticar unas cien mil personas.
Alrededor de un veinte por ciento de los enfermos por hepatitis C no están diagnosticados y no saben que tienen esta infección viral transmitida por sangre y que afecta al hígado. Este 1 de octubre es el Día Internacional de la Hepatitis C, una celebración que nació debido principalmente a que en el mundo existen más de 170 millones de personas que la padecen, lo que la convierte en el virus más común de hepatitis que se puede transmitir y contagiar, si no se conoce su padecimiento o no se toma el tratamiento adecuado.
Actualmente, lograr acceder al diagnóstico y tratamiento en los colectivos de mayor riesgo se muestra importante para eliminar esta enfermedad, aún sin vacuna. Desde la aprobación del Plan Estratégico Nacional para la Hepatitis C en 2015, más de 160.000 personas en España han sido tratadas y curadas de esta enfermedad, mientras que quedarían por diagnosticar unas cien mil personas.
La Organización Mundial de la Salud tiene establecido el objetivo de la eliminación de la hepatitis C para el 2030 con una reducción del 90% de incidencia y una reducción de más del 65% de la mortalidad. No obstante, las expectativas en nuestro país son incluso más optimistas, ya que el objetivo de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España es alcanzar esta meta en 2021.
"Erradicarla es difícil puesto que no disponemos de vacuna de hepatitis C, pero hablamos de eliminarla allí donde no la hemos diagnosticado", según han subrayado profesionales especializados en el campo de las hepatitis que han participado en Cáceres en la V edición del Congreso Nacional del Grupo de Estudio de las Hepatitis Víricas (GEHEP) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
De esta manera, apuntan a prestar especial atención a tres colectivos claves en la eliminación de la enfermedad y la disminución de casos: las personas que consumen drogas, tanto las activas como las pasadas, los hombres que tienen sexo con otros hombres y con prácticas de riesgos para transmitir la infección y las personas en prisión.
Caen las muertes por hepatitis víricas
El número de fallecimientos por hepatitis víricas ha caído en España más de un 30 por ciento desde 2015, año en el que se aprobó el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C (PEAHC) y empezaron a utilizarse los antivirales de acción directa. Así lo muestran datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Concretamente, de las 906 muertes que se produjeron en 2015 se ha pasado a 776 en 2016 y 629 en 2017.
Inicialmente sólo se utilizaban los antivirales de acción directa en los casos más graves, los estadios III y IV. Un año después, en 2016, con el PEAHC en marcha, el número de muertes descendió en 130. No obstante, a final de 2017 la caída fue de 147 defunciones. Ese año, Gobierno y comunidades autónomas habían decidido la extensión del tratamiento a todos los pacientes, con independencia de la gravedad de la enfermedad.
Aunque los datos del INE se refieren a todas las hepatitis víricas, detrás de este descenso están las políticas adoptadas en relación con las hepatitis C, la única de las víricas en las que se ha producido un avance farmacológico y médico relevante, según han indicado los expertos de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas (AEHVE) en España.
Cribado y prevención
Sin embargo, las sociedades científicas y las asocicaciones de pacientes integradas en la AEHVE han reclamado a gobiernos y comunidades un "último esfuerzo", sobre todo en materia de cribado y prevención, para llegar al objetivo de la eliminación de la hepatitis C en España en 2021, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para los países avanzados.
"Estamos en condiciones de hacer historia, pero sólo lo lograremos si hacemos frente a los retos pendientes con la misma valentía con la que se afrontaron la prescripción y la universalización de los nuevos tratamientos frente a la hepatitis C", ha apuntado García-Samaniego.
El experto ha explicado que el abordaje de la hepatitis C ha entrado en una nueva etapa en España en la que resulta prioritario hacer aflorar la infección por hepatitis C no diagnosticada a través de políticas de cribado, desarrollar políticas de prevención y educación para la salud e iniciar políticas específicas de eliminación en grupos vulnerables.