Aprovechando la gran noche en el aspecto meteorológico, hubo una fiesta sorpresa a las puertas del establecimiento, que seguirá abierto con otra gerencia
Este domingo 29 de septiembre se pondrá un histórico punto y aparte en el Bar Monte-Carlo de Ciudad Rodrigo, ubicado en la vía de servicio de la Avenida de Portugal: sus gerentes, Manolo y Eusebia, se jubilan. Concretamente, esta jornada dominical llega a su final una etapa laboral de casi medio siglo, desde que el 20 de enero de 1971 los abuelos de la familia ?originarios de Martiago- lo abrieran, bautizándolo con el nombre de Monte-Carlo en recuerdo a su estancia en tierras monegascas, a donde se fueron para ganarse la vida.
Para despedir a lo grande esta historia empresarial (que también incluyó dentro de la misma familia el vecino Restaurante Monte-Carlo, cuyos responsables ya se jubilaron), familiares, amigos y clientes de toda la vida les dieron a Manolo y Eusebia una sorpresa en forma de fiesta en la noche del sábado. Esta fiesta se desarrolló a las puertas del propio establecimiento, aprovechando que hacía una noche más que espléndida en el apartado meteorológico.
La sorpresa comenzó a una cierta distancia del Bar, donde se puso en marcha una comitiva especialmente de familiares, animada por la Charanga Manliao, cuya música fue la que 'alertó' a los que estaban en el Bar, incluidos a sus responsables. Una vez la comitiva llegó a las puertas del mismo, se hizo entrega a Manolo y Eusebia de unos obsequios, y dos familiares dieron lectura a sendos discursos muy emotivos.
A partir de ahí comenzó la fiesta pura y dura con la música de la Charanga Manliao (que dio pie a bailes y congas), al mismo tiempo que se degustaba un convite. La velada fue de lo más entretenido, deseándoles todos los presentes a los nuevos jubilados que disfruten de esta nueva etapa de sus vidas. Hay que resaltar que el Bar Monte-Carlo no cierra sus puertas: Manolo y Eusebia dejan paso a un joven, Fran, que se va a hacer cargo del mismo.