Hace 78 años, el 31 de diciembre de 1936, moría el mayor intelectual que ha dado Salamanca, el escritor, filósofo y rector Miguel de Unamuno
El 31 de diciembre de hace 78 años, en 1936, moría el mayor intelectual que ha dado Salamanca, el escritor, filósofo y rector Miguel de Unamuno.
No es cierto que Unamuno permaneciera encarcelado en su casa tras el suceso del 12 de octubre en el
paraninfo universitario. Fue una reclusión voluntaria, una forma personal de protesta.A partir de entonces cada vez eran menos los que le visitaban, privándose unos del placer de su conversación y olvidándose otros de su antes amigo.
A las cuatro y media de la tarde del 31 de diciembre de 1936 entra en su despacho el profesor Bartolomé Aragón, que visita con frecuencia a Unamuno. D.Miguel se esfuerza y con el brillo de sus ojos azules, casi más que con su palabra, le dice:
- Me encuentro mejor que nunca.
Está sentado ante la camilla, aterido por el frío de la historia y de la soledad. Aragón se sienta ante él y el ex rector le mira. Después de una charla Unamuno se reclina en su sillón y hunde la barbilla en el pecho. El silencio ha vuelto al despacho. El visitante nota que Unamuno no se mueve, sus zapatillas se están quemando en el brasero. Don Miguel ha muerto.
A las once de la mañana, en la iglesia de la Purísima, se celebran los solemnes funerales, que presiden Fernando y Rafael Unamuno, el rector, D. Esteban Madruga, y el decano de Letras, Ramón Loscertales.
Sobre su féretro ha sido colocado el birrete negro de rector, en póstuma devoción de su dignidad vitalicia. A las cuatro de la tarde la calle Bordadores y la de las Úrsulas rebosan de gente. Fuente: Diálogos del Tormes. En las imágenes, que recogen las crónicas periodísticas de la época, entierro de Unamuno y el rector en su despacho de la Universidad salmantina.