La Fuente de la Puerta Zamora se ilumina esta noche de azul, en representación del "oxígeno que nos falta", y la asociación APUCYL organiza una jornada de puertas abiertas
APUCYL, Asociación de Enfermos y Trasplantados Pulmonares de Castilla y León, con sede en Salamanca, se suma al Día Mundial del Pulmón, este miércoles 25 de septiembre. La Fuente de la Puerta Zamora se iluminará de azul, en representación del "oxígeno que nos falta", tal y como apuntan desde la asociación.
Mejorar la calidad de vida de los enfermos y trasplantados pulmonares y familias, prestando el apoyo necesario en cada etapa de la enfermedad, es uno de los objetivos prioritarios de la asociación que, en este Día Mundial del Pulmón, realizará una jornada de puertas abiertas para concienciar sobre las enfermedades pulmonares, sus síntomas y sus consecuencias en el día a día, sobre todo cuando se depende de un dispositivo que suministra el oxígeno que necesita para vivir. La sede (ubicada en la Casa de las Asociaciones, en la calle La Bañeza) acogerá además un café tertulia con todos los socios.
"En los últimos años", tal y como señalan desde la asociación, "se ha avanzado en el conocimiento de las enfermedades pulmonares, pero a pesar de ello siguen siendo patologías sin curación. Cuando la enfermedad se encuentra en un estadio muy avanzado, existe la posibilidad del trasplante pulmonar", añaden. Como demanda unánime de los pacientes hacen especial hincapié en la importancia de la rehabilitación respiratoria permanente para mejorar la capacidad pulmonar y reducir las hospitalizaciones del enfermo pulmonar.
Trasplante pulmonar
El trasplante pulmonar (de uno o ambos pulmones enfermos) es el único procedimiento que puede salvar la vida de muchos pacientes cuya enfermedad se encuentra en estados avanzados e incapacitantes. En 2018, según datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), se han registrado máximos históricos en trasplantes pulmonares, alcanzando la cifra de 369 en nuestro país. El primer trasplante de pulmón en España se realizó en el año 1990.
El trasplante puede prolongar la esperanza de vida de los enfermos (la supervivencia al año y a los 5 años se sitúa en el 81% y 62%, respectivamente), el objetivo del trasplante es proporcionar a los pacientes una mejora sustancial en su calidad de vida. Pero el trasplante no está exento de riesgos, como la reacción del organismo frente al órgano trasplantado, lo que obliga a seguir un tratamiento médico farmacológico (medicamentos inmunosupresores), normalmente de por vida, para reducir el riesgo de rechazo.