La Nueva fue construida entre los siglos XVI y XVIII, es la segunda mayor de España en dimensiones y se apoya sobre el muro norte de la Vieja
Sin lugar a dudas, uno de los monumentos más importantes en nuestra ciudad y de visita obligada por los turistas, es el conjunto que forman las catedrales.
La Catedral de la Asunción de la Virgen, más conocida como Catedral Nueva fue construida entre los siglos XVI y XVIII, mezclando los estilos gótico tardío, renacentista y barroco. Es la segunda mayor catedral de España en dimensiones y su campanario ocupa también el segundo puesto en altura.
Se construyó conservando la vieja. En un principio pensaron derruirla, manteniéndola abierta al culto mientras se terminaba su construcción, pero al concluir las obras en el siglo XVIII reconsideraron la idea de derruirla y por esa razón se conserva actualmente. No obstante, el muro sur de la Catedral Nueva se apoya sobre el muro norte de la Vieja y la torre se construyó sobre la torre de las campanas de la Vieja. La Catedral Nueva junto a la de Segovia es una de las dos últimas de estilo gótico que se construyeron en España.
La Catedral de Santa María, conocida como Catedral Vieja fue fundada por el obispo Jerónimo de Perigord, empezó a construirse en el primer tercio del siglo XII y se terminó a finales del XIV, en estilo románico y gótico. Gracias al impulso que dio a las obras el obispo Alfonso Barasaque, se pudo terminar su construcción. Está dedicada a Santa María de la Sede.
Uno de los atractivos que cuenta este templo son, el retablo principal del siglo XV, atribuido a Nicolás Florentino (1430) y el fresco superior, que representa el Juicio Final, y que es, con seguridad, de Nicolás Florentino. El retablo está presidido por una imagen conocida como la Virgen de la Vega, patrona de la ciudad, realizada en madera y cubierta de bronce sobre dorado con incrustaciones de esmaltes y piedras preciosas.
Fotografías: Antonio Passaporte. Archivo Loty.