El Ciudad Rodrigo se hizo con una justa victoria en un encuentro en el que su rival acabó con 9 y con un jugador de campo bajo palos
Haciendo una adaptación del clásico futbolero de 'a entrenador nuevo, victoria segura', el equipo de Regional de Aficionados del Ciudad Rodrigo Club de Fútbol protagonizó en la tarde del domingo un 'a bus nuevo, victoria segura' en su primera visita del curso 2019/2020 a las lejanas tierras leonesas, para medirse el equipo recién ascendido de la Provincial de León, el Fabero.
El caso es que en ese primer gran desplazamiento de la temporada, el Ciudad Rodrigo estrenó su 'nuevo' autobús, el cual luce su escudo en el exterior, lo que servirá para promocionar al equipo cada vez que la empresa propietaria lo saque a rodar para cualquier cometido, al igual que ocurre con los buses de cualquier Club (por ejemplo en Ciudad Rodrigo han estado en los últimos años los buses del Cádiz CF, la UD Las Palmas o el Córdoba CF).
Como suele ser habitual en estos largos viajes, el Ciudad Rodrigo se puso temprano en carretera en la mañana del domingo para comer con tranquilidad antes de dirigirse al campo del Fabero, que ha empezado bien la liga: perdió por la mínima en la primera jornada y la semana pasada ganó en Béjar. Continuando con la buena imagen mostrada en sus dos primeros encuentros, el Ciudad Rodrigo también jugó un gran encuentro en la tarde dominical, lo que le sirvió para hacerse con la segunda victoria del curso, la primera como visitantes.
En ello tuvo mucho que ver Manu González, quién le puso la firma a los dos goles que lograron los mirobrigenses, uno en cada período: en el 21' y en el 55'. Mientras, en el lado opuesto, el Fabero no consiguió marcar, siendo la primera vez este curso que el Ciudad Rodrigo deja su portería a 0 (llevaban 6 partidos -4 de la anterior temporada y 2 de la actual- sin conseguirlo).
Lo cierto es que ese 0-2 final con el que acabó el partido tiene algunos 'trucos'. Por un lado, no refleja la superioridad real del Ciudad Rodrigo, ya que los mirobrigenses pudieron haber conseguido una victoria más amplia y más cómoda, pero el balón se resistió a entrar en algunos momentos. Por otro lado, en el tramo final, el Ciudad Rodrigo no quiso hacer sangre cuando su rival se quedó con apenas 9 jugadores.
El primer expulsado, en el 63', fue un jugador de campo, mientras que en el 78' se fue a la calle el portero, al ver la segunda amarilla. Por cierto, que según los presentes en el campo, el guardameta debió ser expulsado en el momento en que le sacaron la primera amarilla, en el 65'. Al haber agotado ya los cambios tras la roja al portero, tuvo que ponerse bajo los palos del Fabero un jugador de campo para acabar el encuentro.
La semana que viene, en la tardía franja de las 19.00 horas del domingo, el Ciudad Rodrigo se medirá en el Francisco Mateos al Onzonilla, en lo que será un encuentro 'bastante importante', ya que ese equipo leonés ha empezado la temporada igual que los mirobrigenses, sumando 7 puntos (sólo está por delante el Villa de Simancas con 9).