Los ganaderos se encuentran indefensos ante este tipo de sucesos ya que la Junta de Castilla y León no reconoce los ataques al ganado por estas aves carroñeras
Hace casi un mes sucedía en Vilvestre y este domingo tenía lugar en una localidad próxima. Un ganadero de La Zarza de Pumareda, J. B. M., era testigo de cómo una de sus vacas agonizaba tras sufrir el ataque de una gran bandada de buitres, nada nuevo en las explotaciones próximas al Parque Natural Arribes, donde se halla una de las poblaciones más importantes de buitre leonado de la Península.
Aunque los muladares creados en Saucelle y Aldeadávila han reducido el número de ataques al ganado en el Parque Natural Arribes, el crecimiento de las poblaciones de esta ave carroñera ha crecido hasta el punto de que el alimento que se les proporciona resulta insuficiente. Esta circunstancia provoca dos situaciones bien distintas: una, la muerte de ejemplares por inanición, especialmente de ejemplares jóvenes y, dos, el ataque al ganado, que en situaciones de debilidad ?sobre todo durante y tras el parto- no dudan en dar muerte para alimentarse.
A diferencia de los ataques de lobo, finalmente daños cubiertos por la Junta de Castilla y León, los ataques de buitres a ganado vivo, vacas y ovejas, no han sido reconocidos por la Administración regional a pesar de haberse constatado fehacientemente, lo que deja indefensos a los ganaderos, pues tampoco las compañías aseguradoras cubren estos daños.