La opinión de Miguel Ángel Galán del encuentro entre Unionistas y la Real Sociedad B
Se presentaba Unionistas de Salamanca ante su público con la inmensa expectación de iniciar con buen pié el campeonato en casa, tras el traspiés de la primera jornada de liga en la ciudad fabril de Barakaldo. Pero los infantes jugadores del filial de la Real Sociedad, parecía que iban volando sobre las azuladas aguas de Las Pistas en su trainera de fibra de carbono, lo impidieron de un fuerte golpe de remo en los dos primeros tercios de encuentro, mostrándose superiores desde el inicio.
La trainera unionista, cuando se quiso poner en marcha, iba a muchos nudos de diferencia por detrás de la donostiarra, que desde el bocinazo inicial, y comandados por un excelente patrón en banquillos, demostraron que la "Bandera de la segunda jornada de liga" iba a ser para su embarcación.
No hubo color, o mejor escrito, sólo se divisó sobre el calmado mar de Las Pistas el color de la embarcación blanquiazul, por los menos hasta el gol de Garrido.
Unionistas tampoco tuvo suerte, fue hasta en cuatro ocasiones las veces que el balón besó los postes del indolente y buen guardameta Ramírez, que aunque sea un buen cancerbero, su actitud déspota y prepotente con los jugadores locales, dejó bastante que desear. Tiempo tiene, el portero, de encauzar su capacidad de deportividad. Es cierto que sería bastante timorato por mi parte basar la derrota sólo en el azar, ya que nos engañaríamos a nosotros mismos. La autocritica de lo presenciado en Las Pistas existe, y nos es malo hacerlo, ya que tanto en el marcador cómo en el juego, hasta el minuto 70, los visitantes fueron mejores. ¿Hubiera cambiado el decorado si David Grande con empate a cero emboca a gol su ocasión?, sí, pero lo que se vió y se desarrolló en la mar salmantina, fue que la trainera donostiarra ganó con claridad.
Hizo aguas en gran parte del encuentro la embarcación local, entre líneas los del "sanse" mataron, y los dos goles que se encajaron a balón parado fueron definitivos.
Luego, remar muy por detrás del rival y con el siempre empuje de la enfervorizada grada, Unionistas tiró de garra, de amor propio, e incluso con nuevos remeros hubo hasta conato de remontada, pero de nuevo fue cortada de raíz por los palos de la portería visitante, anulando cualquier pequeño atisbo de acabar con una sonrisa el estreno liguero en casa de los nuestros.
El buen filial de la Real fue superior, y se llevó los tres primeros puntos en juego de Las Pistas. Queda mucha liga por remar, sólo llevamos dos jornadas y la mar no está ni brava ni la bandera de nuestra playa no indica que no salgamos a navegar. Hay que cargar de energías a nuestros intrépidos remeros, nuestra trainera en breve, dentro de siete días, vuelve a surcar mares del norte. Los imberbes remeros alaveses nos esperan con la ilusión de su retorno a la liga de bronce.
Estoy convencido que para el próximo domingo la trainera Unionista saldrá a tope, en Vitoria será un fueraborda.