Las personas que se están preparando para lograr una plaza fija no tienen un verano al uso y pasan la época estival estudiando
El verano es la época del año que todo el mundo está deseando que llegue durante muchos meses, pero no todas las personas pueden vivirlo de la misma manera. Hay gente que decide marcharse a la playa, al pueblo o deciden recorrer el mundo. Sin embargo, los opositores que se están preparando para aprobar un examen no tienen esa suerte.
Por ejemplo, Rubén García lleva años intentando alcanzar una plaza en el Cuerpo Nacional de Policía, motivo por el que se levanta todos los días a las 8:00 horas para salir a correr y preparar las pruebas físicas de la oposición. Tras ello, le espera una mañana entera de estudio para poder abordar todo el temario que compone la oposición de la escala ejecutiva.
Al igual que le ocurrió en los dos últimos veranos, Rubén no podrá ir a las vacaciones de verano con el resto de sus amigos por tener que seguir hincando los codos para las pruebas que tendrán lugar dentro de unos meses. Su día a día se base en estudiar mañana y tarde, acudir a la academia de Policía para ir lo mejor preparado posible y su tiempo 'libre' lo dedica a hacer ejercicio para estar en buena forma.
Mientras, Sheila García, estudiante del MIR de Medicina, reconoce que el café es su mayor aliado para centrarse en el estudio y poder tener la suerte de elegir su especialidad en Cardiología llega a asegurar que "es duro tener que estudiar todo el día en verano mientras tus amigos están en la piscina o en una terraza, aunque es algo de lo que somos conscientes todos los opositores".
En definitiva, el verano es muy distinto según las personas y está claro que los opositores no tienen uno soñado, pero su esfuerzo y entrega les ayudará a conseguir un buen trabajo en el futuro.