Un año más han sido decenas las personas que han querido acompañar al Santo Cristo del Humilladero durante su tradicional fiesta anual, que volvía a centrar su atención en la Ermita en la que descansa tanto la querida imagen del Cristo como Nuestra Señora de las Lágrimas.
Una celebración que se iniciaba pasadas las ocho de tarde cuando, tras un cambio de última hora, daba comienzo la eucaristía, abarrotándose de fieles el Templo para asistir a la celebración, que contaba con los sones castellanos de grupo dulzainero Alborada.
Tras ella llegaba el momento de salir a las calles del barrio
, algo que contaba en su inicio con tensión, ya que no se encontraban costaleros para poder portar a hombros la imagen y realizar el desfile, algo que generaba confusión entre los presentes, además de iniciarse un movimiento solidario entre varios cofrades y fieles para cubrir las vacantes y poder procesionar.
Ya con todo solucionado la querida talla comenzaba su peregrinar por las calles del barrio de Chamberí, arropada por más de un centenar de personas, además de una representación de la Corporación municipal e integrantes de la Guardia Civil, quieren custodiaban al Santo Cristo hasta su vuelta a la Ermita.