Hoy, desde esta sección de En Blanco y Negro, queremos rendir homenaje a la parte menos artística y majestuosa de Salamanca, la que no sale en la postales y la menos conocida por los visitantes, aunque creemos que la más entrañable, sin quitar importancia a la Salamanca Monumental, que la tiene y mucho. Esta imagen, nos muestra una vista aérea de la zona norte de la ciudad.
Como se dice, "los extremos se tocan". Si pudiéramos plegar Salamanca, como si de un pergamino se tratara, coincidirían, en perfecta armonía, la zona sur, plagada de monumentos y años de historia, con la zona norte, plagada de vida, pero de vida que evoluciona, pues la forman la personas que han ido transformándola lentamente y cambiando la fisonomía de esta parte de la ciudad.
Vemos al fondo, casi en el horizonte la
Plaza de Toros, junto a la cual podemos distinguir la arbolada en cu
yo lugar vio la vida la primera Feria Monográfica de Salamanca. Al fondo, en la derecha, como vigía de esta parte de la ciudad, el depósito de la Chinchibarra, que por la parte que no vemos no tardará en ver el enjambre de casas que formarán el Barrio Garrido. El resto queda para la memoria de cada uno, especialmente para los que lo conocieron, y que muchos pondrán nombre e historias a alguna de esas calles.
En primer plano, arropada por casas en su mayoría de una sola planta, y las menos de dos y tres, se destaca la Avenida de Portugal, que irá poco a poco cambiando, hasta convertirse en el centro neurálgico de Salamanca.
Fotografía
- Antigua vista aérea de la zona norte de la ciudad.