La calle Azafranal, eje de modernidad
Céntrica vía muy transitada que debe su nombre a que este terreno estuvo sembrado de azafrán, planta muy conocida de hojas harto angostas que parecen juncos, de flores moradas
La calle Azafranal reforzó su carácter de eje de la modernidad de la ciudad, al conectar directamente el corazón de la ciudad (la Plaza Mayor). Conocida quizá en la antigüedad con este nombre, porque en este terreno o parte del mismo estuvo sembrado de azafrán, planta muy conocida de hojas harto angostas que parecen juncos, raíz gruesa redonda, semejante a la cebolla, de flores moradas, en medio de las cuales nacen ciertas hebras rojas o estigmas que se emplean para condimentar manjares y teñir de amarillo, así como en medicina.
Durante bastantes años esta céntrica vía pública ostentó el nombre de José Antonio Primo de Rivera, y aún antes, el tramo comprendido entre las plazas del Liceo y de Santa Eulalia, se llamó del doctor Riesco, allá por los años veinte del siglo pasado, hasta el 9 de junio de 1979, fecha en la que recuperaría su nombre inicial (Azafranal).
En esta calle se fundó el convento de franciscanas Recoletas. Se dice que en 1752 vivían en este convento 17 religiosas de velo entero y 3 de medio velo. Eran franciscanas Clarisas de la primitiva orden de descalzas.
Fotografías: Salamanca en el ayer.