“Tenemos que cambiar urgentemente la dinámica de esta provincia y sacar adelante políticas...

"Firme y constructiva". Así será la oposición que ejercerá esta legislatura el PSOE en la Diputación de Salamanca, en palabras de Fernando Rubio, nuevo diputado y portavoz del Grupo Socialista. Conocedor del medio rural, el también alcalde de Juzbado, uno de esos pequeños municipios que reclaman tener más voz, no solo sitúa a la despoblación como prioridad en la agenda política, sino que asegura que en estos años "no se ha sabido abordar, se sigue haciendo política de despacho, y eso crea un carácter tecnocrático en las instituciones, y lo que no existe es un descenso real en el territorio, solo cuando se hacen listas". Fernando Rubio habla claro cuando resume en una frase la realidad del medio rural: "Nadie se va a vivir a un pueblo porque la calle esté mejor asfaltada, pero sí si sus hijos tienen actividades, buenos transportes o el médico no se ha ido, por poner un ejemplo". Al equipo de Gobierno le pide diálogo, y a los diputados de su grupo "trabajar en el territorio".

¿Qué oposición hará el PSOE esta legislatura en la Diputación de Salamanca?

Una oposición, en dos palabras, firme y constructiva, porque los problemas son gordos y porque percibimos que hay un gobierno de la Diputación que ya vive fundamentalmente de la inercia, y el objetivo, más que la provincia, es mantenerse. Lo que tenemos que hacer es lo que nos ha dicho la gente mediante sus votos, que construyamos, que hagamos, tenemos que cambiar urgentemente la dinámica de esta provincia, creemos que desde esta casa se pueden hacer muchas cosas. Hay que seguir atendiendo a los municipios, en eso estamos de acuerdo, pero hay que sacar adelante políticas nuevas, ilusionantes, decididas, ser un poco creativos.

¿Perciben los ciudadanos del medio rural a la Diputación como una institución realmente cercana?

El problema de fondo es que muchas diputaciones funcionan de una manera que los municipios, incluidos muchos del equipo de Gobierno, rechazan directamente. La Diputación es percibida por la ciudadanía como un ente burocrático. Muchas veces ha llegado a percibirse como una institución que, incluso, compite con los pueblos, y que se queda con los recursos de los pueblos. No podemos quedarnos en una administración de tipo clientelista, muy pesada, y eso que se supone que es la más cercana a los ayuntamientos. Hay ejemplos muy exitosos de lucha por el desarrollo rural, y en estos momentos la Diputación está lejos.

¿Habría que cambiar la forma de elección de los diputados?

Probablemente habría que buscar una manera de elección directa por parte de los ciudadanos. Me parece que sería una buena vía, además en una institución que se ha percibido como muy poco democrática y opaca.

Empezando por la portavocía, esta legislatura ha habido renovación en el grupo del PSOE.

El hecho de que el propio portavoz sea diputado nuevo también significa muchas cosas. Queremos recoger todo lo bueno del trabajo que se ha hecho antes, pero también queremos aportar nuevos estilos. Las palabras claves de esta legislatura son creatividad, innovación, compromiso y ser muy decididos con políticas nuevas. Hay que mostrar una imagen más democratizada de las diputaciones.

¿Hay que dar más voz a los pequeños municipios?

La esencia de las diputaciones deben ser los pequeños municipios. Nuestro grupo se ha posicionado de una forma muy clara, el portavoz, yo mismo, es el alcalde de un municipio muy pequeño, alrededor de 200 habitantes. Estamos dando muestras de que nuestra apuesta por el medio rural.

¿Tiene que dar más ejemplo la Diputación y ser más paritaria?

Me parece escasísimo el número de mujeres en la Diputación. En el equipo de Gobierno hay 1, el 8%. También es cierto que hay menos mujeres que hombres candidatos, y es una dinámica en la que todos los partidos tenemos que incidir. El hecho de que haya tan pocas mujeres en la corporación es sintomático. Habría que poner sobre la mesa criterios de compensación para que haya más presencia. En el PSOE son un tercio, no es lo que debería ser, pero es mucho más. En el equipo de dirección de este grupo tenemos paridad, y en las comisiones, y en las portavocías. De los 10 entes en los que tenemos que nombrar portavoz, tenemos a 5 mujeres. Lo que es absolutamente contradictorio es que la mujer, que sabemos perfectamente que es el gran agente de asentamiento en el medio rural, esté tan mal representada, eso hace que la corporación sea más gris.

El gran problema de esta provincia es la despoblación, pero durante todo este tiempo en el que se ha vaciado el medio rural, ¿ha faltado voluntad política?

No se ha sabido abordar, se sigue haciendo política de despacho, y eso crea un carácter tecnocrático en las instituciones, y lo que no existe es un descenso real en el territorio, solo cuando se hacen listas, y me refiero especialmente a quien nos gobierna desde hace décadas. No existe una política territorial de compromiso, de recabar demandas, necesidades. Está claro que el trabajo es esencial, la industria es importante, las infraestructuras tienen que ser mejoradas, las carreteras tienen que ser buenas carreteras, pero al final, para que la gente no se vaya a vivir a los núcleos urbanos, hay que generar atractivos y expectativas de calidad vida real en el medio rural. Eso pasa por el fortalecimiento de las comarcas y por contar con un mapa real de servicios y necesidades. Tenemos un mapa educativo por hacer, con comarcas sin educación completa. El presidente de la Junta, Fernández Mañueco, ha llegado a declarar que el futuro de la agricultura y la ganadería pasa por internacionalizar más el sector, ¿y dónde está el apoyo a la pequeña explotación familiar?, ¿y al comercio de proximidad? Ahora mismo en las ciudades los niños aprenden inglés, en los pueblos también deben poder. Tenemos que dar opciones culturales, un transporte público adecuado. No podemos seguir ayudando a construir cientos de tanatorios en pueblos en los que no hay una biblioteca o un centro social que sirva de espacio de participación.

¿No disponer de internet de calidad en el medio rural, a día de hoy, nos hace ciudadanos de segunda?

Los gobiernos que tenemos cercanos lo han fiado todo al mercado, y las empresas quieren rentabilidad inmediata y nosotros, el medio rural, somos números. Eso no se puede fiar a la empresa, esa política es muy peligrosa para el medio rural. Llegado el caso, ¿cuál es la rentabilidad de la despoblación a largo plazo?

¿Necesitamos un comité de expertos para abordar el problema de la despoblación?

Eso es humo, palabras de las que se lleva el viento. Ya tiene una proposición no de ley en las Cortes sobre los institutos en la comarca de Ledesma y en la Sierra de Francia. Me suena a tecnocracia y corremos el riesgo de que la respuesta de los expertos sea que no somos rentables, porque somos muy pocos. Es el gran problema, cuando una escuela se pueda desamortizar. Pero, ¿no tenemos ninguna idea para implementar ya directamente una política en favor del medio rural? Hay que alentar la política también de permanencia del poblador oriundo y de nuevos pobladores.

El PP propone ahora una fiscalidad positiva para el medio rural, medida que ya había puesto encima de la mesa el PSOE.

El PP nos tiene acostumbrados a apropiarse de las ideas. En el Ayuntamiento de Ledesma, el actual gobierno tenía como una de las medidas esenciales luchar por la ampliación del instituto para que haya en la comarca Bachillerato y FP. Eso es un derecho básico y lo que convierte a las personas en de primera o de segunda. El programa electoral del PP que apareció en los últimos días de campaña lo copió. A eso nos tienen acostumbrados. La financiación de los pequeños municipios es igual que la de los grandes, no hay criterios de compensación, y cuando alguien se plantea montar un negocio en el medio rural le va a resultar más caro, los costes son los mismos, pero le va a costar mucho más sacarlo adelante.

¿Se está dando la paradoja de asfaltar calles en las que apenas hay vecinos durante gran parte del año?

Queremos mantener los pueblos de manera artificial. Es importante mantener los servicios, por supuesto, pero lo esencial es hacerlo para alguien. Nadie va a vivir a un pueblo porque la calle esté mejor asfaltada, pero sí si sus hijos tienen actividades, buenos transportes, o el médico no se ha ido, por poner un ejemplo. Hay que crear atractivos reales, y para eso hemos ofrecido un pacto claro para mantener y ampliar servicios, para terminar un mapa real de servicios en la provincia, y a partir de ahí, empecemos a generar atractivos y a permitir a la gente que se quede en los pueblos.

Al equipo de Gobierno, ¿le pide diálogo?

El momento es tan delicado, hay 3 jóvenes que se van cada día de la provincia. Vamos a ser muy firmes, pero muy propositivos, lo que no vamos a amparar es el clientelismo caduco y rancio y que, al final, lo único que hace es perpetuar a la gente en sus sillas, pero no generan nada especial para la provincia.

Y a los diputados de su grupo, ¿qué les pide además de trabajo?

He percibido mucha ilusión, vamos a crear un plan de trabajo, sobre todo en las comarcas, no solo con nuestros alcaldes y concejales, sino con la gente que quiere cambio en la provincia. Vamos a trabajar en el territorio. Hace falta frescura y oxigenar. La gente lo que va es que el vecino se va, que se quedan solos, y ahí hay que cambiar la dinámica.