Ha conseguido, a juicio de los empresarios salmantinos de panaderías, "llenar de dudas a los profesionales y también a los clientes"
Tras más de tres décadas de trabajo bajo una ley aprobada por el gobierno de Felipe González, las reglas de juego en el sector de la panificación cambian con el fin de dotar de más seguridad y calidad al consumidor. La entrada en vigor este lunes del Real Decreto 308/2019, la nueva 'Ley del Pan', ha conseguido, a juicio de los empresarios salmantinos de panaderías, "llenar de dudas a los profesionales y también a los clientes".
Esta es la impresión con la que se iniciaba una nueva jornada de trabajo el presidente de AESPAN, Joaquín Marcos, quien ha participado en la jornada 'Desmigando la ley del pan' organizada por Cetece Centro Tecnológico y el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, con la colaboración de la Fundación General de la Universidad de Salamanca. "Todos mis compañeros compartimos el mismo parecer. El nuevo Real Decreto tiene varios aspectos positivos, pero es ambigua y necesita muchas matizaciones: no define bien cuestiones tan importantes como lo que es un pan artesano o un pan integral".
Para ello, pone un ejemplo. "Según la nueva ley, en un pan artesano prima el factor humano, no se realiza en grandes series y se lleva a cabo con la dirección de un maestro panadero. Si haces un pan elaborado a mano, por profesionales como nuestros asociados, pero rebasas un límite de kilos no se puede denominar así. Habrá que ver cada caso concreto. Y como esta problemática tengo bastantes más", indica.
Aún con sus inconvenientes, los artesanos panaderos de Salamanca confían en que la llegada de la nueva Ley del Pan suponga ahora competir en igualdad de condiciones con el pan industrial. "Era una medida esperada, necesaria y que trae renovación al sector. Además conlleva una rebaja de la fiscalidad en los panes especiales y es mucho más exigente con el etiquetado, lo que evitará una publicidad engañosa extendida entre el pan industrial.", explica el presidente de AESPAN.
Sin embargo, los panaderos salmantinos mantienen la misma previsión de venta que en los meses precedentes a la entrada en vigor del nuevo articulado, ya que "el cliente seguirá comprando el pan que le gusta, ya sea artesanal o industrial. La Ley del Pan da publicidad al sector, pero no modifica las rutinas del cliente. Quizá se note un incremento en los panes especiales, pero no en el pan común".
Dentro de las prioridades establecidas por la asociación integrada en la patronal salmantina están "aumentar el consumo de pan ofreciendo un producto de calidad como el que elaboran los miembros de AESPAN todos los días e informar a los salmantinos de que, lejos que falsas creencias, comer pan es saludable", destaca Joaquín Marcos, quien recuerda que la Organización Mundial de la Salud recomienda que se consuman entre 200 y 250 gramos diarios de pan al día.