La jueza, que da la investigación por concluida, señala que el dueño de la finca habría cometido un delito de homicidio por imprudencia grave
El dueño de la finca de Totalán en cuyo pozo falleció el pequeño Julen habría cometido un delito de homicidio por imprudencia grave al dejar abierto el pozo por el que se precipitó el niño, señala el auto emitido por la jueza que instruye el caso.
La magistrada del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga da por concluida la fase de instrucción del caso y ordena que sigan las actuaciones contra los dueños del terreno. El siguiente paso dado por la jueza ha sido el de dar una plazo de diez días a las partes para que soliciten la apertura del juicio oral o el sobreseimiento de la causa.