Según se dice, esta dama volvió a la vida durante su velatorio, cuando un criado intentó robarle el anillo en 1768
Destinada en sus inicios a San Baudilio fue construida en 1125 y reconstruida más tarde por orden de Juan Antonio de Guzmán, Marqués de Almarza, en 1740.
A esta reconstrucción corresponde la puerta en la que se hallan los escudos de Herrera y Enríquez de Sevilla. La misma está ubicada entre pilastras que soportan un frontón partido exhibiendo una lápida laudatoria para el mecenas, y sobre ella, entre obeliscos con bolas, se ubica una hornacina con la escultura de San Baudilio.
Se dice que este santo era predilecto en tierras salmantinas, y sacado en procesión para rogar lluvias en tiempos de sequía. Por esto, las rogativas que se conocen en tierras charras a este santo son numerosas.
En esta iglesia se desarrolla la leyenda de la Marquesa de Almarza, pues según se dice, volvió a la vida durante su velatorio cuando un criado intentó robarle el anillo en 1768.
Fotografías:
Iglesia de San Boal. (Antonio Passaporte. Archivo Loty). Fototeca Patrimonio Cultural Español.
Textos extraídos de, Salamanca: Arte e Historia.