"La terapia con protones es muy prometedora", ha apuntado en las instalaciones del Centro de Láseres Pulsados de la Universidad de Salamanca
El Premio Nobel de Física 2018 Gérard Mourou ha destacado el uso de la tecnología de láseres ultraintensos, que permite la terapia con protones, para el tratamiento y la cura de enfermedades oncológicas.
"La terapia con protones es muy prometedora para curar el cáncer", ha apuntado en Salamanca en un encuentro con los medios de comunicación tras visitar las instalaciones del Centro de Láseres Pulsados de la Universidad de Salamanca, en cuyas dependencias se encuentra el sistema 'Vega', que es el láser más potente de España y en cuyo diseño trabajó.
Esta tecnología "puede focalizar el haz en el tumor sin destruir el tejido sano que hay alrededor", una capacidad de incisión de la que no disponen los rayos x o los electrones, ha explicado.
Actualmente, tal y como ha reconocido, la terapia con protones se lleva a cabo con "tecnología convencional" y la incorporación de la máxima capacidad del láser permitiría dotar la acción de nuevas "ventajas" con una radiación que llegaría "de golpe".
Sobre cuándo puede incorporarse a la actividad médica, ha apuntado que este tipo de avances "toman su tiempo". "Como concepto se puede mostrar en cinco años, pero luego puede tardar mucho hasta que sea aceptado por las autoridades médicas", ha añadido.
Asimismo, ha dado a conocer otras aplicaciones para esta misma tecnología de láser extremadamente intenso en campos como la energía nuclear y el tratamiento de los residuos que genera.
Energía nuclear
Mourou ha explicado que actualmente trabaja en intervenir sobre estos residuos para "cambiar las propiedades" de su núcleo y conseguir que la radioactividad presente en ellos pase de tener una vida de "millones de años a años".
Para "pasar a años o días" esa radioactividad que generan, el científico ha indicado que es "muy difícil" con la tecnología convencional pero que sería "relativamente fácil" con una fuente de protones "conveniente".
"Es algo que se puede hacer" y con láseres extremadamente intensos como el de Salamanca "se pueden hacer demostraciones", ha explicado. No obstante, ha reconocido, que para incorporarlo a la actividad diaria "de manera eficiente" en el tratamiento de residuos nucleares sería necesario desarrollar láseres que "todavía no existen".