Mientras la mitad de sus miembros se buscan la vida en la campaña electoral, el gobierno zombi del presidente "pato cojo" Juan Vicente Herrera sigue cubriéndose de gloria. Ayer se conoció el enésimo revés judicial que sufre en lo que va de Legislatura, recaído en este caso sobre la Consejería de Fomento y (contra) el Medio Ambiente, que dirige el atildado Juan Carlos "Pañuelitos" Suárez-Quiñones.
Nuevo varapalo judicial sufrido a manos de Ecologistas en Acción por parte del que, para mayor inri, ha sido hasta su desembarco en política juez decano de los Juzgados leoneses. El Tribunal Superior de Justicia ha tumbado el decreto que el pasado año promulgó la mal llamada Consejería de Medio Ambiente, que en la práctica eximia a los promotores de granjas de hasta 2.000 cabezas de ganado de las garantías medioambientales prescritas por la Ley de Prevención Ambiental. La sentencia señala que el Decreto impugnado "excede, con mucho, lo permitido a una norma de carácter reglamentario (?) alterando de forma sustancial el contenido fundamental del régimen de licencias y comunicaciones ambientales que son exigidos como requisito previo para el ejercicio de actividades".
¿Y como ha reaccionado el consejero ex juez ante semejante desautorización judicial? ¿Entonando el "mea culpa" y haciendo propósito de enmienda? Pues no precisamente. La respuesta de Suárez-Quiñones ha sido la de arremeter contra los denunciantes, haciéndoles responsables del supuesto perjuicio causado al sector ganadero por una sentencia dictada en cumplimiento de una Ley que él decidió saltarse olímpicamente a la torera. Hace falta tener desfachatez y estar pagado de sí mismo para ser consejero de Medio Ambiente y posicionarse de esa forma contra una sentencia que no hace otra cosa que hacer prevalecer la legalidad medioambiental.
Por si no estaba ya suficientemente retratado durante toda su etapa al frente de la Consejería, con su reacción ante esta sentencia "Panuelitos" Suárez Quiñones supera a todos sus predecesores -y mira que el listón estaba alto- en su contumaz gestión atentatoria contra el Medio Ambiente. Tampoco es que ello resulte especialmente sorprendente en el autor de la frase "La Administración soy yo", con la que remedó al mismísimo Luis XV ("L`État c´est moi"), tal como se ha recordado en el debate a cuatro celebrado el martes por los principales aspirantes a presidir la Junta.
También ha de reconocerse, todo hay que decirlo, el gran esfuerzo personal que para Súarez-Quiñones tiene que haber supuesto prescindir de su habitual pañuelito en la solapa durante la presente campaña electoral. Bien es verdad que no se desprende del traje ni así tenga que subirse a un tractor ahora que también es consejero de Agricultura en funciones, pero su colección de pañuelos ha desaparecido de su elegante indumentaria, aunque solo sea por el tiempo durante el que se encuentra en campaña como cabeza de la lista autonómica del PP por León.
Suma y sigue desaguisado en el desaguisado de la Función Pública.- El último revés judicial sufrido por Suárez-Quiñones se ha visto precedido esta misma semana por nuevo varapalo asestado a la gestión (?) en materia de Función Pública perpetrada por el vicepresidente y consejero de la Presidencia, Joseantonio "Pica" de Santiago-Juárez, al que un Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Valladolid obliga ahora, en ejecución de sentencia, a repetir un concurso de traslados convocado hace tres años. Y ello después de que otro Juzgado de lo Contencioso tumbara en el mes de marzo el concurso de traslados abierto y permanente convocado el pasado mes de octubre. Un permanente desaguisado del que, junto al vicepresidente-consejero y número dos de la candidatura del PP al ayuntamiento de Valladolid, es directamente corresponsable la viceconsejera de Función Pública, Marta López de la Cuesta, numero siete de esa misma lista que encabeza la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo.
¿Qué nuevos desatinos nos deparará de gobierno zombi que todavía seguirá vagando como alma en pena como poco hasta finales de junio?
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