Debe su nombre al gremio de artesanos fabricantes de ollas y calderos de cobre que tenían pequeñas fraguas, provocaban ruidos molestos y el peligro de producirse algún incendio, por lo que terminaron alejándose del centro urbano
Esta calle medieval debe su nombre al gremio de artesanos fabricantes de ollas y calderos de cobre. Para esta actividad necesitaban pequeñas fraguas, ocasionando ruidos molestos, y el peligro de producirse algún incendio, motivo por el que terminaron alejándose del centro urbano situado en los alrededores de la Catedral.
Instalado en esta calle estuvo el taller de herrería y labores metálica de Paulino Lorenzo "El Gallo" y frente a él, la carpintería de Elías Pérez de la Fuente, pero debido a un incendio en 1918 se destruyó la carpintería y parte de los talleres de la Imprenta Núñez.
En una de las fotografías adjuntas aparece el almacén de muebles Mercassam, perteneciente a los herederos de Elías Pérez, y que aún seguía en esta calle a principios de la década de 1970, antes de que la construcción de la Gran Vía llegara a esa zona.
Fotografías
Fuente: Salamanca en el ayer.