La Vera Cruz vuelve a casa tras salir de la Catedral por estrechas calles donde el silencio y el esfuerzo crecen
Silencio en la penumbra. La Vera Cruz ha asalido de la Catedral y el Cristo de los Doctrinos y la Virgen de la Amargura ya se mecen de vuelta a casa. En la calle Libreros, el son del muñidor se clava en la piedra, mientras que los gestos y los detalles se suceden. La cera sigue quemándose, las cadenas acrecentan su peso y los hermanos y hermanas de carga se entregan a las imágenes que llevan sobre sus hombros.
Fotos: Alejandro López