La Diócesis de Salamanca lanza por primera vez una propuesta para el tiempo de Pascua que consiste en lucir una balconera de Jesús Resucitado, imagen de la Vera Cruz
La Ilustre Cofradía de la Santa Vera Cruz y de la Purísima Concepción de la Virgen, su Madre, aúna devoción, tradición y arte salmantino desde 1506. La hermandad más veterana de la Semana Santa de Salamanca es, por motivos históricos, la que custodia y aporta más pasos a los desfiles procesionales. En 1615 la Cofradía de la Santa Vera Cruz instauró en Salamanca el Acto del Descendimiento y la Procesión del Santo Entierro en la tarde de Viernes Santo, y un año después, en 1616 se celebraba por primera vez la Procesión del Encuentro en la mañana del Domingo de Resurrección. Son los actos y procesiones más antiguos que se celebran en la ciudad y que constituyen el eje central de la Semana Santa salmantina representando los momentos cumbres de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
En la procesión del Lunes Santo, cuyo recorrido original se recuperó el año pasado, los cofrades acompañan al Cristo de los Doctrinos (anónimo, siglo XVII, representa a Cristo muerto sujeto a la cruz por tres clavos) y la Virgen de la Amargura (Pedro Hernández, 1615), imágenes que también forman parte del paso del Calvario en la procesión del Viernes Santo.
La procesión del Viernes Santo constata el rico patrimonio que custodia la Cofradía, sacando a la calle los pasos de La Flagelación del Salvador 'Los Azotes' (Alejandro Carnicero, 1724). El Balcón de Pilato 'La Caña' (Juan de Villabrile y Ron, finales del siglo XVII), NP Jesús con la Cruz a Cuestas (Juan de Villabrile y Ron, finales del siglo XVII), el paso de la Caída (anónimo 1617/Francisco González Macías, 1943), el paso del Calvario (conjunto compuesto por el Cristo de los Doctrinos Virgen de la Amargura y María Magdalena), la Virgen de los Dolores (Felipe del Corral, S. XVIII), el Santo Sepulcro (anónimo, 1678), y en el interior de la urna, Cristo Nuestro Bien (Pedro Hernández, 1615).
Historia
Tras su fundación en 1506 la cofradía fue creciendo hasta convertirse en una de las instituciones más poderosas de la Salamanca del siglo XVI. Se fusionó en 1525 con la de la Purísima Concepción, de donde procede su titulación actual. Obtuvo varias bulas papales y un interesante privilegio real concedido por Felipe II para que ninguna otra cofradía pudiera sacar procesión de disciplina alguna a la calle. Ejerció este privilegio de forma férrea en los S. XVI y XVII, pero en el S. XVIII no consiguió impedir que la Congregación de Jesús Nazareno procesionase en Salamanca, lo que logró tras varios pleitos de mucha resonancia social, y desfilando siempre bajo supervisión de la Vera Cruz.
En 2017, el desfile procesional del Santo Entierro recuperó el paso de las Tres Marías ante el Sepulcro Vacío (representación de la Virgen María, María Magdalena y María de Cleofás). Conjunto escultórico que dejó de procesionar en el año 1964 por motivos de conservación, después de haberlo hecho desde el año 1616.
Balconera de Jesús Rescatado
La Diócesis de Salamanca ha lanzado por primera vez una propuesta para el tiempo de Pascua que consiste en adquirir una balconera de Jesús Resucitado para lucirlo en las fachadas de sus casas. El objetivo es hacer más visible en la ciudad la fiesta más importante para todos los cristianos, la Pascua de Resurrección, y para ello se ha elegido la imagen de Jesús Resucitado, de la Cofradía de la Vera Cruz, junto a la palabra ¡Resucitó!
Esta acción tiene fines solidarios ya que el dinero que se recaude de la venta de las balconeras se destinará al proyecto Ranquines, el centro de día para personas con problemas de salud mental surgido de la Asamblea Diocesana.