Lorenza Iglesias renace para volver a gritar ‘¡Muerte a los franceses!’
El evento protagonizado por Popy Vegas contó con unos cuantos colaboradores, entre ellos varios recreadores
La jornada sabatina de la Recreación Histórica Napoleónica concluyó con la reaparición en las calles mirobrigenses, más de dos siglos después de su muerte, de la heroína local Lorenza Iglesias, que volvió a cobrar vida de la mano de Popy Vegas, quién ha venido interpretándola en los últimos años en la exitosa Ruta de los Malditos.
A diferencia de esa Ruta (en la que Popy Vegas la interpreta dentro o fuera del Centro Cultural y Recreativo El Porvenir, desde donde disparó en 1810 a los franceses), en esta ocasión Lorenza Iglesias estuvo acompañada por unos cuantos 'mirobrigenses' a la hora de plantarle cara a los invasores, al grito todos ellos de ¡Muerte a los franceses! o ¡Muerte a los gabachos!.
La comitiva defensora de la ciudad se puso en marcha en la Puerta del Sol, en cuyas inmediaciones había unos cuantos espectadores, que siguieron la trayectoria hacia la Plaza Mayor. En el transcurso de la misma, los soldados franceses (se contó con varios recreadores) dispararon su cañón y sus armas, hiriendo a su llegada a la Plaza Mayor a Lorenza Iglesias.
En ese momento, la heroína se subió al pequeño escenario montado a los pies de la Casa Consistorial para narrar su historia, y por qué decidió plantarle cara a la desesperada al ejército francés que estaba tomando Ciudad Rodrigo. El monólogo se cerró con la detención por parte de los soldados franceses de Lorenza Iglesias, a quién llevaron presa. Tras escaparse, los soldados le dieron muerte en medio de la Plaza Mayor.
En total, el espectáculo (que contó con la supervisión de la Policía Local) duró unos 20 minutos, contando con unos cuantos espectadores, aunque no en exceso después de la fría tarde que había hecho. Justo en el momento de la representación no hacía tanto frío, pero por el contrario sí cayeron algunas gotas de forma intermitente. Concluida la escenificación en sí, los recreadores franceses estuvieron bromeando con uno de los cañones ubicados a las puertas de la Casa Consistorial, intentando disparar desde el mismo.