Los embalses gestionados por la Confederación rondan el 80%, en la media de la última década y tres puntos por encima del año anterior
La Comisión de Desembalse de la cuenca del Duero ha aprobado los volúmenes mínimos de reserva de los embalses a 30 de septiembre, fecha del final de la campaña de riego. Una campaña que se plantea normal en la mayoría de los sistemas del Duero, salvo en Adaja y Pisuerga-Bajo Duero, a pesar de las circunstancias climatológicas que han caracterizado tanto el otoño como un invierno especialmente seco, gracias al nivel de reservas al término de la campaña del pasado año hidrológico.
La trascendencia del volumen almacenado al término de la campaña se reflejó en valores históricos, toda vez que el uno de octubre los embalses de la cuenca se aproximaban al 55% de su capacidad (1.580 hm3 sobre los 2.877,5 hm3 que representan la máxima capacidad potencial de embalse). La situación actual no es la misma en todos los sistemas, por eso, aunque en general las dotaciones son superiores a las de hace un año, se han establecido nuevas reuniones de las Juntas de Explotación el 16 de abril.
Los embalses gestionados por la CHD acumulan hoy 2.256,5 hectómetros cúbicos con unas reservas que alcanzan el 78,4% de su capacidad total. Un registro que coincide con la media de la última década y que se sitúa tres puntos por encima de la reserva hidráulica de hace doce meses.
Desde la CHD se ha apelado a la sensibilidad de los usuarios para dejar el máximo volumen al final de campaña en todos los sistemas. La propuesta que ha presentado la CHD ha tenido en cuenta las determinaciones del Plan Especial de Sequía aprobado el pasado año y ha respetado la totalidad de las peticiones surgidas en las distintas Juntas de Explotación.