Debe su nombre a Juan del Rey, canónigo de la catedral de Salamanca, el cual habitó en esta calle
Esta calle debe su nombre a Juan del Rey, canónigo de la catedral de Salamanca, el cual habitó en esta calle. Fue una de las calles que mandó empedrar el príncipe Juan, señor y gobernador de Salamanca.
Hoy día mucho más ancha que lo que fuera antaño, está ocupada por edificaciones modernas y solo conserva un vestigio de antigüedad compartido con la calle Prado y la plaza de San Benito, se trata del convento de la Madre de Dios, fundado por D. Francisco de Laertes y su esposa doña María de Castro, construido a partir de 1543 y terminado en el siglo XVII, sobre el solar de la casa del comunero Francisco Maldonado.
En la fachada del convento en la plazuela de San Benito, todavía podemos ver la puerta cegada de la casa de Francisco Maldonado y sobre las dovelas de su dintel, los escudos nobiliarios de la familia Maldonado.