La nueva campaña de concienciación se desarrolla en colaboración con la Asociación del Comercio de la localidad y el Servicio de Limpieza municipal
El Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes ha iniciado una nueva campaña de entrega de bolsas para la recogida de excrementos de las mascotas en las calles y parques del municipio que se llevará a cabo en colaboración con el Servicio de Limpieza municipal y la Asociación del Comercio.
El alcalde de Santa Marta, David Mingo, junto a la concejala de Medio Ambiente, Marta Labrador, y representantes de los comerciantes, entre ellos su presidente, Juan Carlos Bueno, han participado este miércoles en el reparto de las primeras bolsas en la Isla del Soto, donde han informado también a los dueños de los perros de la obligación de recoger las heces que sus animales depositen en la vía pública.
Está previsto que se entreguen 70.000 bolsas en los comercios asociados y a través de los barrenderos, de tal forma que se facilite la labor a los dueños de estos canes. Como ha recordado Marta Labrador, "esta es una de las principales quejas de los vecinos del municipio que continuamente se encuentran con excrementos de perros en las vías públicas. Desde el equipo de Gobierno somos conscientes de que las mascotas generan muchos beneficios en sus dueños pero también tenemos que recordar que existen una serie de obligaciones y deberes que todo dueño debe cumplir".
Además, ha animado a todos los vecinos a que cumplan con la ordenanza municipal, "puesto que es una obligación cívica además de evitar con ello sanciones que en algunos casos pueden ser de elevada cuantía", además de recordar que actualmente tanto el Ayuntamiento como el edificio Sociocultural y la Isla del Soto cuentan con dispensadores para todos aquellos que no saquen las bolsas cuando vayan a pasear.
Actualmente en el municipio se ha incrementado el número de perros registrados en el censo municipal hasta llegar a los 1.521, 105 potencialmente peligrosos, de modo que la falta de recogida de excrementos se ha convertido en una molestia para los vecinos y puede convertirse en un foco de infecciones además de provocar resbalones y caídas. En este sentido, Marta Labrador ha incidido en que "los canes tienen que ir atados en los lugares públicos y llevar bozal si pertenecen a los grupos de razas peligrosas".
Fotos de Lydia González