"La falta de referentes femeninos en la aviación hace que muchas mujeres no consideren ser piloto como su profesión", señala la presidenta de la Escuela de Pilotos de Salamanca
Dar visibilidad a la mujer en este sector para crear referentes femeninos, así como divulgar las oportunidades profesionales existentes, son claves para que las más jóvenes apuesten por los estudios STEM. Hablamos con Carmen Rodrigo, presidenta de la Escuela de Pilotos Adventia de Salamanca, de la mujer en la aviación y de los proyectos, como Ellas Vuelan Alto y Aviadoras, para impulsar su mayor presencia.
Las mujeres no fueron ajenas al nacimiento de la aviación, sin embargo, ¿está costando más que en otras profesiones romper la barrera educacional, el estereotipo de asociar el ser piloto con una profesión masculina?
La falta de referentes femeninos en la aviación, un mundo que ha sido tradicionalmente masculino, hace que muchas mujeres no consideren ser piloto como su profesión. Es algo que no solo afecta a las pilotos, en general en las carretas STEM se detecta un claro sesgo de género, con una clara mayoría masculina. Quitar estos estereotipos es un trabajo a largo plazo y desde el sector han surgido diversas iniciativas, a las que Adventia se ha sumado, para dar más visibilidad y difundir el papel de las mujeres en la aviación y de las mujeres pilotos o del colectivo.
¿Cómo favorecer su mayor presencia y, sobre todo, cómo fomentar el interés de las nuevas generaciones de mujeres y las matriculaciones de nuevas alumnas?
Hay varios ámbitos de actuación en los que estamos trabajando, como son los proyectos de Aviadoras y la asociación de profesionales del sector aeronáutico Ellas Vuelan Alto, de las que formamos parte. Ambas buscan dotar de visibilidad a la mujer, remover conciencias y cambiar los estereotipos. Pero además, creo que desde la Administración y desde la propia industria aeronaútica se pueden impulsar otras medidas que faciliten esta presencia en el sector, como programas de becas que favorezcan la matriculación de nuevas alumnas que por razones económicas o sociales no acceden a estos estudios.
¿Hasta qué punto es un reto para la Escuela de Pilotos de Salamanca trabajar en igualdad?
En Adventia llevamos años trabajando en esta línea porque entendemos que debe apostarse por una formación sin distinciones basada en el mérito y en la capacidad de cada estudiante. Como escuela creemos que no se puede perder este talento, no puede ser que de cada diez alumnos que estudien la carrera con mayor empleabilidad solo una sea mujer.
Este trabajo en la escuela ha generado un entorno de igualdad que ha atraído a estas alumnas, que ya suponen este curso el 14% de nuestro alumnado, una cifra, que he de decir con orgullo que se encuentra por encima de la media de otras escuelas. Pero además nuestra escuela destaca también por contar con una importante presencia de mujeres entre nuestros pilotos instructores.
¿La conciliación es también en este sector una de las principales dificultades para las mujeres?
Compaginar el trabajo y la vida familiar es uno de los problemas comunes que tienen todas las mujeres que se incorporan al mundo laboral, y en el caso de una piloto, cuyo trabajo supone viajar por todo el mundo, es quizá aún más complicado. En este sentido, y este es un trabajo de todos, es necesario continuar formando y educando bajo un criterio de la corresponsabilidad en el ámbito familiar.
¿Dónde está actualmente el techo de cristal para las mujeres en el sector de la aviación?
Creo que sobre todo lo que hay es una barrera mental que se nos ha impuesto a través del entorno cultural y educativo, porque en realidad no existe. Estoy segura de que en unos años veremos a mujeres al frente de aerolíneas.