Aunque las empresas están cada vez más digitalizadas, la desaparición del papel es algo totalmente impensable, ya no solo por la utilidad del papel en sí, sino por su capacidad como elemento de merchandising
Las empresas hoy en día necesitan estar presentes en el mundo digital. Internet es el espacio en el que compiten prácticamente todas las empresas y, a diferencia de hace unos años o una década, cuando esto no era tan presente, en la actualidad ya no basta con estar presentes en internet, sino que se requiere estrategias y planes de marketing bien diseñados, de modo que la presencia en internet sea atractiva, para así diferenciarse de la competencia.
Ocurre sin embargo en muchos casos que volcar todos los esfuerzos de expansión de la empresa hacia los medios digitales de mercadotecnia hace que las empresas pierdan su esencia y dejen de lado otras prácticas como el marketing tradicional.
De este modo son ya muchos expertos los que hablan de la necesidad de incorporar a estas estrategias lo que se conoce como marketing combinado, que no es más que introducir estrategias de marketing tradicional al tiempo que se desarrollan planes de marketing digital.
Un ejemplo muy claro de ello lo vemos, por ejemplo, con el papel en las empresas. Aunque las empresas están cada vez más digitalizadas, la desaparición del papel es algo totalmente impensable, y ya no solo por la utilidad del papel en sí, sino por su capacidad como elemento de merchandising. La personalización de los documentos cada vez tiene más fuerza y existen algunos productos de papel que perduran en las empresas, frente a esta gran fiebre digital.
Las carpetas personalizadas
Las carpetas personalizadas son un must para cualquier empresa. Contar con carpetas personalizadas en las que entregar documentos a clientes y proveedores es algo a lo que acuden prácticamente todas las empresas. Estas carpetas de empresa son comunes hasta en política, porque no es extraño ver cómo los señores diputados suben hasta la posición de oradores del Congreso para ofrecer sus discursos y llevan entre sus manos una de estas carpetas de empresa, que como sabemos, es una carpeta de su organización.
Estas carpetas, además de ser útiles para guardar documentos de papel, lo que permiten es quedar retenidas en la memoria de clientes y partners. Si un acuerdo comercial se firma con documentos que se guardan en una carpeta personalizada, la imagen de la empresa, el logo, queda grabado en ese socio o cliente.
Hojas de carta
Otro de esos productos de papel que compite frente a la digitalización son las hojas de carta. Es cierto que el email tiene un protagonismo indiscutible en las empresas a día de hoy. Sus ventajas comunicacionales son indiscutibles. No obstante, a la hora de recurrir a documentos oficiales y otras informaciones más formales se sigue recurriendo a la carta en papel, lo que hace que la personalización de este producto en papel siga siendo algo muy común.
En pocas semanas vamos a ver cómo todos los españoles recibimos propaganda electoral que nos anime a votar a uno u otro partido, propaganda en papel, obviamente.
Con respecto a las hojas de carta, es importante tener también en cuenta que, aunque parezca sorprendente, no todo el mundo tiene correo electrónico o no lo usa con frecuencia, de modo que: bancos, operadores de telefonía, aseguradoras y otras muchas empresas sigan acudiendo a este formato para comunicarse con sus clientes.
En ocasiones, como ocurre con Cruz Roja en algunas comunidades, el objetivo de enviar cartas es únicamente agradecer, por ejemplo, la participación en campañas de donación colectiva de sangre.
Y si se envían cartas, otros documentos que están irremediablemente asociados a esta práctica son los sobres y sellos. En particular el sello sigue siendo un indispensable dentro de las empresas, hasta el punto de que ha sobrevivido a la era digital. Con sellos corporativos se marcan desde facturas hasta documentos y nóminas. Lógicamente, la personalización del sello es lo que hace diferente a cada empresa.
Tarjetas de visita y catálogos
Finalmente, otros dos documentos en papel que resisten esta vorágine digital son las tarjetas de visita y los catálogos, aunque por diferentes motivos. En el caso de los catálogos las razones son varias, desde editar catálogos en tiradas cortas para personalizar la presentación de productos al máximo hasta llegar a todos aquellos potenciales clientes que siguen sin introducirse en el mundo de las redes.
Las tarjetas de visita, por su parte, siguen siendo necesarias para reuniones empresariales, donde no existe acto de este tipo en el que no haya un intercambio de tarjetas.