Los hombres vestían una especie de casaca que se abrocha tan solo por dos afiligranados broches de plata y las mujeres un amplio manto, que cuelga por detrás, llamado el ventioseno, por la clase de paño con que está fabricado
Suelen llevar los hombres en La Alberca una especie de casaca que se abrocha tan solo por dos afiligranados broches de plata. Las mujeres lucen un amplio manto, que cuelga por detrás, llamado el ventioseno, por la clase de paño con que está fabricado.
El manto, más breve que encuadra la cara con un volante de seda, se emplea también al norte de Salamanca en la comarca armuñesa y recibe el mismo nombre. En esta zona, el traje femenino tiene también sus variantes, y está influido más bien por el de Candelario, pues volvemos a encontrar el manteo de candilejas y un breve serenero bordado.
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